1. Mi mujer tan santa... tan puta


    Fecha: 23/12/2017, Categorías: Confesiones Autor: Tinta Mágica, Fuente: CuentoRelatos

    ... puerta. Hicieron lo segundo.
    
    Cuando Caro fue al baño por segunda ocasión, la alcance ahí y la encontré sentada en el w.c.
    
    -ven aquí –dijo.
    
    Me acerque, me bajó el cierre y saco mi pene a medio levantarse. Lo chupo despacio y después se lo metió a la boca.
    
    La levanté de la taza, la recargué otra vez en el lavabo y la penetré.
    
    -me has estado calentado en la mesa y es justo que lo pagues, amorcito –le susurré.
    
    Levantó su pierna y la sostuvo en el lavabo
    
    -así entra más…
    
    Yo no quería terminar así que dejé que ella tuviera su orgasmo y después me salí.
    
    -tu no acabaste –dijo.
    
    -tengo toda la noche para eso –respondí.
    
    A las 11 de la noche Mario ya estaba inquieto por la tardanza de Bety. Caro lo tranquilizo y comenzamos la segunda botella de whisky.
    
    Vi a Caro con todas las intenciones de embriagar a Mario, aunque no sabía el motivo. Tal vez trataba de encubrir a Bety, seducirlo o una combinación de ambas.
    
    Bailamos un rato los tres y después Caro y yo. Mario a regañadientes aceptó bailar solo con ella.
    
    -vamos amargado, no te voy a comer, puedes abrazarme más – le dijo
    
    Dirigió su mirada hacia mí.
    
    -por mí no hay problema.
    
    A media canción, Mario se separó de Caro y nos dijo que iba a ver a sus hijos
    
    -sí, chécalos. Nosotros mientras vamos a revisar si dejaste el lavabo bien fijo -respondió Caro.
    
    Me tomó la mano y me llevo aprisa al baño.
    
    -¿Por qué le dijiste eso a Mario? –pregunté.
    
    -¿Qué tiene? Somos una pareja y podemos ...
    ... hacerlo ¿cierto? En ocasiones eres muy puritano.
    
    -¿Quién? ¿Yo?
    
    -no veo otro por aquí.
    
    Sentí mi pantalón en el piso. Me había quitado el cinturón y mi bóxer estaba ya con su mano dentro.
    
    -esta vez me vas a coger y los quiero dentro –dijo
    
    Me la chupo con ganas hasta lastimarme. No la deje continuar y la empiné en el lavabo otra vez.
    
    -dame por adelante y después atrás –contestó
    
    Mientras nos cogíamos, escuchamos un toc-toc en la puerta
    
    - ya se durmieron los peques –dijo Mario tras la puerta.
    
    -¡ay que rico!, ¡que rico! – dijo Caro. No pares
    
    -¿Qué hacen, pillines? –preguntó Mario
    
    -probando tu lavabo, ¿no te dije? –le respondió
    
    -¿es en serio? ¡uf! Mejor los dejo. Los espero en la sala.
    
    -como gustes –dijo Caro. Y tú, no pares –dirigiéndose a mí.
    
    Caro estaba desatada y ebria – sino jamás hubiera llegado a ese punto- Mientras la penetraba vaginal, ya tenía un dedo incrustado en su puerta trasera, para prepararla.
    
    -espérame –dijo.
    
    Y se quitó de mí y se desnudó.
    
    -Ahora sigamos…
    
    Entre por su culito, despacio, mientras le amasaba las tetas.
    
    Se repegó aún más y me dijo al oído:
    
    -¿quieres que Mario nos vea? Sigue afuera, del otro lado de la puerta.
    
    -¿cómo sabes?
    
    -se ve la sombra por la rendija, abajo… ¡Dios! ¡Ya entro toda! ¡dame! ¡Dame más! – gritó.
    
    Mientras Caro se ensartaba sola, miré hacia el piso y vi una sombra reflejarse, pero no estaba seguro que fuera Mario. Por otro lado, él nos había dicho que sus hijos ya dormían, así ...