A los 15 - Relatos Eróticos

A los 15

... me quede tumbado en sus piernas, con su polla, que se volvía a espabilar, en mi barriga. Y empezó a masajearme las nalgas como quien amasa el pan. Las abría al máximo para que mi ojete se estirara.
	-Pare por favor…me hace daño en el culo.
	-Tenemos un troto chaval. Y si esto te hace daño, espérate después – dijo esto mientras se reía y no dejaba de abrirme las nalgas.
Fue entonces cuando sentí algo húmedo en mi culete.  Me había escupido en el ojete y extendía su saliva presionando en agujerito. Y entonces grité y mis piernas se tensaron y cerraron lo más fuerte que pude el agujero del culo. Y es que un dedo había vencido a mi esfínter y lo había metido de un golde todo dentro. Me dolía muchísimo y seguía apretando las piernas pero el dedo seguía metido profundamente en mi culo y era un dedo casi como mi pito cuando estaba duro.
	-Tranquilo chaval afloja el culete y verás como ya no te duele.
Y, como no le hacía caso, paso su otra mano por debajo y me agarro mi pito y mis huevecillos fuertemente y empezó a estirar de ellos. Con lo que consiguió que me quedara sin respiración y que se me arqueara la espalda y se me cerrara aún más el culete.
	-Lo siento chaval pero no me estás haciendo caso- diciendo esto, sacó el dedo de mi culo, levanto la mano abierta y me soltó un cachetazo en mis nalgas que dejaron los cinco dedos marcados en mi culo.
	-¿Var a aflojar el culete?- Y volvió a soltarme otro cachetazo.
	- Siiii por favor. No me pegue más.
	- A ver, ...

... demuéstramelo
Ante la posibilidad de otro cachetazo, me concentré en aflojar mi culo
-	Así está bien, y ahora haz fuerza como si quisieras hacer caca
En cuanto le hice caso el dedo penetro suavemente y profundamente en mi culete y empezó a meterlo y a sacarlo y a girarlo dentro.  Lo que provocó que poco a poco dejara de dolerme y empecé a sentir un placer intenso que me hizo gemir y empalmarme más duro que cuando me la estaba chupando Jose.
-¿lo ves cómo te gusta? – me decía mientras seguía moviendo el dedo dentro de mi culete y con la otra mano me cogía la polla y los huevos. Si veía que estaba a punto de correrme, me pellizcaba fuerte en los huevos y se me bajaba la erección y así me mantenía excitado con su dedo taladrándome el culete.
Otra vez el placer dejo paso al dolor intenso. Esta vez fue porque metió un segundo dedo dentro de mi culete. Pero esta vez, para evitar los cachetazos, apreté los dientes y relaje lo máximo el culete para que siguiera entrando los dos dedos hasta dentro.
-Creo que ya estás preparado. Ven, siéntate en mis piernas.
	Me incorporé y, obedeciéndole, me senté de cara a él poniendo mis rodillas a cada lado de sus piernas. En esa posición me cogió del culete, abrió mis nalgas y me levanto. Y su polla, totalmente erecta, apunto a mi ojete.
	-Ahora vuelve a apretar los dientes pero no apretes el culito vale? – y dicho esto empezó a dejarme caer y empecé anotar el cabezón de su polla presionando mi ojete. Pero elojete no cedía ante tal cabezón.
	-Dueleeee, no ...