Satisfaciendo a mi gordita - Relatos Eróticos

Satisfaciendo a mi gordita

Isabel, mi amiga con derechos me insistía, vamos a vernos, invitarme a algún lado quiero coger contigo y tú te haces de rogar.

Ya habíamos tenido relaciones muchas veces en diferentes etapas de mi vida, es una gordita ardiente, bonita de cara, nalgona aunque sus nalgas son algo flácidas están bien formadas, tiene un culo muy apetecible. 

Cuando me separé de mi pareja y estaba en líos legales, la casualidad me hizo encontrarla en la ciudad (pequeña) donde vivía ya que laboraba  de maestra en una pequeña localidad cercana, iba en mi auto pasando por una calle poco transitada cuando la vi y me detuve a saludarla, aunque teníamos comunicación por whats y Messenger y nos llegábamos a ver de lejos en nuestro pueblo, hacía ya un buen rato que no nos veíamos en persona.

Estábamos a fuera del departamento donde vivía con una amiga igual maestra pero amante de un tipo que era quien le pagaba el departamento. Le pedí me diera permiso de pasar a su baño, me hizo entrar y ya ahí tomamos un poco de refresco, platicamos y le conté por lo que  estaba pasando.

Me aconsejo y me dejó desahogar, me tomo de la mano y a escondidas de la señora que les hacía el aseo me dio un beso suave en los labios, igual me contaba de que no estaba a gusto ahí pues su amiga al ser la amante no tenía una plena libertad y ella menos.

Me despedí porque se hacía tarde, y ante la señora del aseo me había presentado como su primo (cosa que ambos sabíamos, no se había creido el cuento) 

-buscame - ...

... me dijo- todas las tardes estoy acá y me besó los labios, fue un beso lleno de placer y deseo.

En esa misma semana estuvimos en contacto casita a todas horas por medio de mensajes.  Una noche le propongo que no vaya a trabajar, que se reporte indispuesta, yo tenía que ir a dónde ella vivía, me dice que le era imposible pues tendría comisión de parte de su escuela para entregar unos documentos en la oficina regional, a cambio de eso me dice que podría salir  a eso de las once y pasar un par de horas juntos.

Quedamos de acuerdo, yo pasé por ella a su escuela y de ahí nos enfilamos a un motel.  El clima estaba frío, era un día nublado, la habitación era amplia y fría también, pero nosotros estábamos muy calientes y ansiosos pero igual nervios, tenía ya unos cinco años de no estar juntos desde nuestra última vez.
Yo tenía una abstinencia por cerca de tres meses, mi erección está en su punto máximo y se lo hice notar a través de mi pantalón, nos besamos y ella me lo acariciaba por encima de la ropa, no hubo previos, me desnude e hizo lo propio, no me permitió que yo lo hiciera con ella,  

Una vez que  se quitó la pantaleta le abrí las piernas y se la metí sin más preámbulo,  ambos deseabamos sentirnos, su vagina estaba húmeda y pronto empezó a mojarse más, lubricando más la penetración. Me coloque encima de ella besándonos, chupándole sus pezones, mi abstinencia no me permitía pensar las cosas bien, mis caricias eran bruscas y me lo hizo saber, trate de controlarme más ...