Descubriendo el sexo con mi hermana - Relatos Eróticos

Descubriendo el sexo con mi hermana

... quedé desnudo de la cintura para abajo, mientras ella hacía lo mismo, despojándose de la falda y su pantaleta. Bueno ponté detrás de mi me pidió Vale mientras ella se empinaba dándome las nalgas y apoyándose en el borde de su cama. Abrió las piernas y pude ver claramente sus ricas nalguitas, redonditas y paraditas. Me puse justo detrás de ella y me llegó el mismo olor que se desprendió de su vagina un día antes y noté que ella estaba ya mojada. Bueno hermanito, me dijo, pon la cabeza de tu verga a la entrada de mi puchita. Yo la coloqué y antes de que ella me lo ordenara comencé a querer meterlo pero por más que intentaba no podía. Espera, dijo Valeria y se dirigió a su tocador, de donde tomó una botella de crema para las manos, se puso suficiente en las manos y luego me lo puso en el pito, llenándolo de crema, poniéndo más en la cabeza y luego el sobrante lo untó en sus labios vaginales, para luego volver a empinarse dándome las nalgas y ahora sí la pude penetrar sin problemas, pues mi pito resbaló dentro de ella.

Dios que rico, pensé, estoy perdiedo la virginidad con mi hermana y ella me lo había pedido. Cómo sientes mi cosita hermanito? preguntó jadeando Valeria. Hermana, estás muy caliente y mojada por dentro, esto es muy rico, tú como lo sientes? le pregunté. Siento que me abro para tí hermanito, te siento muy duro y tienes la verga caliente. Yo pusé entonces mis manos en su cadera para tener mejor agarre y comencé a moverme para atrás y para adelante, como había ...

... visto que lo hacían en las películas. Valeria se quejaba y gemía mientras me decía, hermanito, que rico te mueves, ahora yo y ella comenzaba a devolver con sus nalgas mis empujes, lo que provocaba que sintiera muy rico el masaje que su vagina me daba.

Era tal la fuerza con que nos estabamos moviendo que Vale y yo empezamos a sudar. Sólo se oían nuestras gemidos en la habitación. Ambos perdimos el sentido del tiempo, estabamos en éxtasis, gozando nuestros cuerpos, cuando de pronto yo sentí que Vale me comenzaba a mojar el pene por dentro más de lo que estaba ya, a la vez que me gritaba, hermanito lindo estoy acabando. Y vaya que sí tuvo un orgasmo de locura mi hermana pues no sólo me mojó todo el pito, sino que se movió con más furia y por ello no pude aguantar más y ahora yo le grité, Vale se me sale, hermanita bonita, se me sale y tuve una eyaculación tremenda dentro de su vagina. Dios al sentir que le llenaba de leche su cosita Valeria comenzó a gemir y gritar hermano dame toda tu lechita, dame leche por favor.

Ambos nos quedamos temblando del tremendo clímax que alcanzamos. Yo me quedé dentró de mi hermana hasta que ella me pidió que retirara mi pito de su cosita. Yo saqué con cuidado mi pito y al hacerlo pude ver como de su vaginita le escurría parte de mi leche, deslizándose por sus hermosos muslos y perdiéndose en sus calcetas blancas de la escuela, pero pude ver que junto con el semen salía un poco de sangre. Vale, mira, creo que te lastimé le dije señalando a sus ...