1. En el cine


    Fecha: 05/08/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Juan, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Mis padres se habían ido de vacaciones por una semana. Yo me quedé en casa con mi abuela. Tenía 15 años pero parecía más chico. De rasgos delicados, labios carnosos y ojos verdes. Cabello oscuro y lacio. De tez blanca. En esa época usaba el cabello largo.
    Me gustaban las chicas pero tuve siempre una inquierud. Ya me habían dicho que tenía las piernas muy de mujer y tenía la fantasía de que alguien sienta deseo por mis piernas ya que mis muslos eran carnosos y tenía una cola bien parada. Me exitaba mucho de solo pensarlo, más aún haciendo todo más perfecto con una buena rasurada.
    Esa vez aproveché y le robé una afeitadora a mi padre. Con un poco de espuma de jabón comencé la tarea. A medida que iba deslizando la afeitadora por mis piernas iba sintiendo la suavidad de la piel, lo cual me provocaba una excitación que nunca había experimentado. Miraba mis piernas sorprendido de lo hermosas que se veían. De pronto me invadió el deseo de que algún hombre me vea y se sienta atraído. Ese sentimiento se hacía cada vez más fuerte al acariciarme mis propias piernas con mis manos y sentir esa suavidad pulposa tan bella.
    Mi hermana era mayor que yo y hacía un año que se había ido a vivir con el novio pero le había quedado alguna ropa en casa. Busqué y encontré un short que me quedaba ajustado y marcaba bien mi cola y dejaba al descubierto esas piernas tan carnosas y recién rasuradas. Me veía muy femenino y eso me excitaba. 
    Así como estaba me puse las zapatillas, un piloto de mi ...
    ... padre que me llegaba hasta la mitad de las pantorrillas y un sombrero. Le dije a mi abuela que me iba a visitar a un amigo y salí.
    Pensé en ir a un cine condicionado que siempre me había llamado la atención y que sabía que podía encontrar a algún hombre al cual robarle su atención con mis nuevas piernas, y fue a donde me dirigí.
    En la boletería atendía un hombre de unos 40 años de edad, cuando me vió puso cara de sorprendido. Le pedí un boleto, me miró y se sonrió. Me dijo que la película había comenzado hacía 30 minutos y que si le vendía un boleto a un menor podría ir preso. En ese momento entendí que tenía que volver a casa, fue cuando el boletero me dijo que si yo no lo delataba podía hacerme pasar a las butacas de arriba donde no había gente y nadie podía denunciarlo, al escucharlo no se por qué pero me volvió a subir la excitación de repente, estaba un poco nervioso pero accedí igual.
    El boletero tenía el cabello un poco desarreglado, usaba lentes comunes de aumento y muy amable en el trato. Al querer pagarle me dijo que no me  cobraba pero que subiera rápido por las dudas.
    Sentado en la butaca me sentía raro. No le presté atención a la película. Vi que en las butacas de abajo había poca gente. Ya me había desprendido el sobretodo y me había cruzado de piernas. Después de un rato sentí que alguien se acercaba y comencé a excitarme de solo pensar que esa persona podía acercarse a donde yo estaba. Sentí un poco de temor y me tapé las piernas como pude con el sobretodo. ...
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