1. Las tetas de mi suegra


    Fecha: 01/08/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Ozzyto, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... un sueño, sentía recorrer por todo mi rostro esas tetas tan hermosas, suaves como algodón, blandas y tibias, mi lengua salió de mi boca y comenzó a buscar tan lindos pezones hasta encontrarlos, fueron un par de lamidas a cada uno de ellos y después mis manos sujetaron tan bellos trofeos, por fin tenia control sobre ellos, y los haría míos a como diera lugar, así que comencé a chupar y mamar hasta que la escuche sollozar: ¡así corazón, son tuyos, me encanta que te los quieras comer completitos, necesitaba que alguien los tratara así de lindo como tú!.
    	Mi faena era enorme en ese hermoso par de tetas lindas, creo que la fantasía de poder conocerlas y besarlas era en extremo rico, lo estaba disfrutando enormemente y mi suegra también, comenzó a dar jadeos, sollozos y pujidos deliciosos, mis manos comenzaron a buscar sus nalgas y mientras mi boca trabajaba con tus ricas tetas, mis manos masajeaban esas nalgas, que si bien no eran espectaculares, eran el preámbulo a poder disfrutar de mi suegra completamente, entre más apretaba su trasero y mordisqueaba sus pechos, más fuerte eran sus suspiros, sus sollozos y sus pujidos, comencé a bajar de a poco su pantalón, para encontrarme unas tangas lindas, negras de encaje, con un pequeño moño al frente, parecería que era mi regalo y así lo fue, sin quitárselas, solo haciéndolas a un lado sentí la humedad que invadía ya en sus labios, lo resbalosa que era la entrada al paraíso y me dedique a sobar por varios minutos esa bella conchita, ...
    ... sentí su hinchado clítoris y como temblaba y saltaba cuando lo tocaba, pensé que no le gustaría mucho que me metiera con él, pero sus movimientos de cadera me orillaban a seguirlo tocando y a verla disfrutar, ya en ese momento sus pechos eran firmes, muy hinchaditos, al igual que sus aureolas, como si fuera quinceañera, se levantaron ese flácido par de tetas, supongo yo que por la excitación, pero era un espectáculo el solo verlos.
    	Sentí como se venía, tuvo una rica descarga de lubricación vaginal, su cuerpo se estremeció y sus brazos rodearon mi cuello, sus pujidos fueron tímidos pero profundos y su piel sudaba frio, escuche decirme: Te amo corazón… y sus labios se juntaron con los míos.
    	Cuando recupero un poco de fuerzas, busco frenéticamente desabrocharme el pantalón y aunque torpemente, logro desabotonarme y bajar el zíper, yo le ayude a sacarlos un poco y ella busco juguetonamente mi endurecido pene, ya con él en la mano y masajeándolo de arriba abajo sin dificultad, ya que estaba completamente bañado en lubricante proveniente de el mismo, comenzó a restregárselo en su piel, primero en una parte de su pierna, después fue acomodándose para que mi verga pudiera rosar sus húmedos labios, llenos de un recortado bello, era hermosa su vagina también, como pudo, pudo llegar a acariciar su clítoris con la cabeza de mi pene y jugueteo un rato por ahí, después se levantó de sobre mí, se acomodó en el sillón y bajo su cuerpo para comenzar a mamar mi endurecido pene.
    	Sentí como ...
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