1. Las tetas de mi suegra


    Fecha: 01/08/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Ozzyto, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Hace ya varios meses que me he percatado de la insistencia de mi suegra por mostrarme sus pechos, no pierde oportunidad para mostrármelos, y yo no dudo ni por un minuto en deleitarme…
    
    	Mi suegra es una dama, siempre muy recatada, de bien hablar y generalmente vestida hasta el cuello, a diario utiliza pantalón y blusas que abrocha hasta el último botón, así que no había espacio para imaginar lo que ha pasado estos últimos meses, comenzó por utilizar blusas más escotadas, de tirantes o bien tipo starples, era en definitiva algo que mis ojos jamás pensaron llegar a ver, ya que era sumamente recatada.
    	Comencé a ver estos cambios, a partir de que me mudé de casa y que no la visitábamos tan a menudo, de pronto me tocaba ir solo a mí a recoger algunas cosas o bien a llevarle otras que le había comprado su hija, por lo pronto, a mí me parecía un buen cambio, ya que se le notaba más fresca y juvenil y aunque ya es grande de edad, no ha perdido por completo su figura.
    	La primera ocasión que me percate de sus pechos, tuve un sobresalto enorme, de cierta forma me asuste, traía ella una blusa holgada de cuello amplio, el cual llegaba justo al comienzo de sus pechos, pero cuando se inclinó justo frente a mí a recoger algo que había en el piso, pude ver sus lindos pechos, ya un tanto arrugados por el paso del tiempo, ambos bien acomodados dentro del sostén que llevaba, un lindo sostén blanco con encajes, los cuales alcanzaban a transparentar un lindo par de pezones rosados, una ...
    ... aureola mediana de igual tono y si viéramos una foto del momento, habría también un pene comenzando a ensancharse de manera palpitante.
    	EL momento fue largo, algunos 8 o 10 segundos, yo mismo no lo podía creer, disfrutaba cada segundo como si fuera el ultimo, y ella prolongaba más y más tan hermosa estampa, comencé a sudar, a sonrojarme y posiblemente hasta tartamudee en ese instante, cuando por fin se levantó, sentí que busco mi mirada, para ver si había puesto atención a tan cálido momento y creo que si se di cuenta, pues me vio completamente sonrojado y posiblemente hasta apenado, por lo que solo me pregunto: ¿Todo está bien? A lo que conteste: ¡si claro, que linda blusa la que trae hoy, nunca se la había visto puesta y le va muy bien! E inmediatamente cambiaron los papeles, ahora la sonrojada era ella, sabía que yo la había mirado y deleitado, pues era casi imposible no mirar mi pene agrandándose y mire que con el vaivén de su mirada logro verlo por una fracción de segundo.
    	Y así comenzó todo, ahora cada vez que la visitaba, ella buscaba la forma de que yo le mirara el escote, al principio creí que solo era coincidencia, pero después grave con mi celular varios de estos episodios, sabia a plenitud cuando haría uno de estos movimientos y con la ayuda de un programa de celular, el cual grababa de manera incógnita logre hacerme de 11 videos de sus lindos pechos.
    	En mi oficina, cuando tenía un tiempo libre, no dudaba en ver repetidamente tan preciado material, y en mi cabeza ...
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