Un imbécil afortunado sentado en un sofá - Relatos Eróticos

Un imbécil afortunado sentado en un sofá

... y su vagina estaba igual de húmeda. Sentí su orgasmo sin haber introducido mis dedos. Al sentir mi verga en su boca empezó a chuparla de forma desenfrenada. Y le dije:
-Amor! Hazlo con delicadeza (estaba todavía sensible)
Y ella empezó a enamorarse de mi falo y empezó a tratarlo con más cariño, hasta que me hizo llegar a chorros… ¡se tomó toda mi leche! En el momento en que yo estaba llegando movió su lengua alrededor de la glande y espero a que yo terminara. Acabamos muy satisfechos y nos quedamos unos minutos solamente abrazados. Nos acomodamos de nuevo y nos fuimos del sitio… sin decir nada… 
Aún no introduzco mi falo dentro de su vagina, pero me fascinó el comienzo y se que pronto será mía completamente mía. Recordé los momentos con la chica de la reunión. Nunca dejes a tu novio con ganas y jamás lo dejes como estúpido en un sofá, alguien más puede aprovechar su verga dura a punto de explotar…. simplemente, seguí pensando en ambos momentos…
¡Ah!  no lo olviden: el alcohol puede hacer que las cosas sucedan. Atentamente, un imbécil que estaba sentado en un sofá…