1. Matilda, guerrero del espacio (capitulo 29)


    Fecha: 02/12/2017, Categorías: Humorísticos Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    La lanzadera se había estrellado contra un edificio, de una de las amplias avenidas de la capital de Mandoria. La Princesa intentó moverse en el amasijo de hierros pero no pudo, un dolor intenso en el costado la tenía casi paralizada. Se tocó y comprobó que una barra metálica se había introducido por el, y además la pierna la empezaba a doler terriblemente. Miró a su alrededor y a través de la ligera bruma que inundaba el vehículo, vio los cuerpos inertes de los escoltas. Un movimiento llamó su atención y vio a una de ellas que intentaba incorporarse con el uniforme manchado de sangre.
    
    —¡Mi señora, mi señora! —exclamó mientras intentaba aproximarse apartando hierros y cables.
    
    —No, no me muevas, es mejor no hacerlo, intenta pedir ayuda, me cuesta trabajo respirar, —dijo la Princesa con la voz entrecortada. La escolta zarandeó a un compañero que había a su lado, tendido en el suelo, que empezó a reaccionar lentamente. Se incorporó he intentó abrir la puerta de la lanzadera que empezó a ceder después de recibir varios empujones. Cuando lo consiguió, recibió un impacto en el pecho con un arma de partículas que le fulmino al instante.
    
    —¡Nos atacan mi señora! —exclamó la escolta poniéndose delante de la Princesa para protegerla al tiempo que cogía su rifle, y activando su comunicador dijo—. ¡Atención central, situación hostil, nos atacan!
    
    Ráfagas de partículas entraban por la puerta de la lanzadera creando un caos de chispas en su interior mientras la escolta ...
    ... intentaba responde al fuego disparando en dirección al origen de los disparos.
    
    —«¡Atención lanzadera real!» —se oyó por el comunicador la voz crispada de Ramírez—. «¿Cómo está la Princesa?»
    
    —¡Está muy mal y solo quedo yo! —respondió la escolta—. ¡Recibo fuego de armas desde el exterior!
    
    —«¡Aguanta, os tenemos a la vista!» —la escolta vio instantes después como una lanzadera aterrizaba delante de la puerta interponiéndose y como sus compañeros salían de su interior tomando posiciones. Ramírez y dos soldados con equipo medico entraron rápidamente en la lanzadera.
    
    —¡Hay que sacarla de aquí, ya! —exclamó uno de los médicos militares dirigiéndose a Ramírez, mientras junto con el otro atendía a la Princesa, poniéndola suero y oxigeno—. La barra la ha atravesado el pulmón, tiene una hemorragia interna y una fractura de fémur. Está muy grave, —por su comunicador aviso al hospital para que prepararan un quirófano para ella.
    
    —La zona está asegurada, —dijo un oficial entrando en la lanzadera—. Hemos abatido a dos terroristas. Los refuerzos están llegando.
    
    —Nos llevamos a la Princesa y a su escolta, —dijo Ramírez—. Con los refuerzos, amplia el perímetro y registra toda la zona. Cierra todos los accesos a la capital y bloquea las entradas y salidas del planeta.
    
    —¡A la orden!
    
    Los altos funcionarios del estado fueron llegando al hospital donde la Princesa estaba siendo operada. Al conocer la noticia, miles de ciudadanos comenzaron a congregarse en las inmediaciones del ...
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