Don Roberto y Valentín de la sierra. - Relatos Eróticos

Don Roberto y Valentín de la sierra.

... pues después de una suculenta comida-cena y un buen baño, me recosté al caer la noche y me quedé profundamente dormido, al poco rato sentí que llegó él, me puse cómodo, me cubrí con los cobertores, como la noche anterior y le di la espalda, don Roberto se acomodó conmigo, rodeó mi cuerpo, me puso su verga en la puerta de mi cavidad posterior y, sin más, ambos nos quedamos dormidos.
En la mañana siguiente se agregó Valentín a la brigada, un joven de unos 23 años que nos iba ayudar supliendo a don Roberto que ese mismo día regresaría al pueblo para atender sus demás negocios. Pensaba en cómo iba yo a pasar las noches, sólo y con tanto frío, además de que mi tienda, a pesar de haber quedado en un lugar especial, quedó aislada de las demás. Bueno, así ha de ser. pensé finalmente sin saber que algo mejor me esperaba. Luego del desayuno, don Roberto me comentó que Valentín nos iba ayudar, pero que había que compartir la tienda con él, pero que si había algún problema, buscaría otro lugar donde se quedara, sin manifestar el gusto que me daba, le dije que todo estaba bien, pensando en que cuando menos no estaría solo.
Ese día sucedió lo mismo que el anterior, tal vez más cansado, luego de la cena y el baño me fui a dormir. No sé cuánto tiempo pasó cuando sentí que Valentín entraba y acomodaba su espacio para dormir y me di la vuelta, por lo que él se disculpó por haberme despertado. 
—No hay problema, realmente no estaba muy dormido— Le mentí y él siguió acomodándose, una vez ...

... que se acostó, inicié una conversación para retomar el sueño, o posiblemente algo más.
Me contó que vivía en plena sierra, cerca del campamento. Que desde niño conoce a don Roberto de quien recibió apoyo para sus estudios. Que estuvo en su casa hasta terminar la secundaria. Que algunas veces fue con él a la ciudad para ayudarle cuando iba de compras para su tienda y a la costa, donde le ayudaba a limpiar un terreno de su propiedad. Queriendo llegar ciertas conclusiones, seguí preguntando, algo me decía que iba saber cosas interesantes.
Me siguió contando que ya no pudo seguir estudiando más y se regresó a su casa para ayudarle a su abuelo en la recolección y venta del capomo. Que eventualmente don Roberto lo llamaba para que le ayudara con algunos trabajos y cuando iba a ver el cerro que había heredado de su padre y que ahora estamos deslindando. Y por fin, soltó la sopa: Me contó que, en una de esas veces, llovió tanto que no pudieron cruzar los arroyos para salir del lugar y se quedaron varados varios días, durmiendo los 2, en una tienda de campaña y en una noche, penetró a don Roberto, explicando que a los 20 años que tenía, nunca había cogido con nadie y que no había resistido la tentación, aparte de que don Roberto se lo había insinuado. Me dijo que desde entonces se lo ha estado cogiendo, pasándola muy bien los dos. Agregó que el patrón es un hombre hecho y derecho, pero que por ciertas circunstancias no le había ido bien en lo sexual con su esposa, por lo que optó por ...