CHANTAJEANDO A PAPÁ I - Relatos Eróticos

CHANTAJEANDO A PAPÁ I

... huyendo de allí, pero el hombre me calmó con sus caricias y besos en mi cuello, poco a poco el dolor se fue transformando en un placer indescriptible, mi culo se engullía esas carne dura, quería tragarla toda, jadeaba y movía mi cuerpo mientras mis manos instintivamente abrían más mis nalgas para que pudiera entrar ese fierro ardiente todo dentro mío, me incliné hacia adelante sujetándome en una silla, estábamos fuera de la caseta del tren y no me importaba si nos veían, me calentaba aún más la posibilidad que fuera papá quien me viera ensartado en aquel hombre.
Me inundó de leche el hoyo muy profundo, no dejaba de mover, mi ano no dejaba escapar ese pedazo de verga, volví a correrme también en la mano del hombre, me dio la leche de mi mano a mi boca y luego nos besamos intercambiando restos de leche.
Antes de despedirme le pedía aquel hombre que por favor volviera a estar allí mismo al otro día para repetir, el hombre se rio, diciendo que ahí estaría.
Al otro día no hallaba la hora que terminara la clase hasta que por fin llegó la hora de salida, me fui al baño y allí me saqué el calzoncillo, casi a la carrera abandoné el colegio dirigiéndome a la caseta del tren, se notaba mi calentura porque mi pene se había puesto erecto, como no andaba con calzoncillo había comenzado a manchar mi pantalón con el líquido preseminal, me calentó más aún eso.
Por fin llegué a la caseta ahí estaba el hombre me miró dándose cuenta de inmediato en el estado de calentura desenfrenada que ...

... venía, prácticamente me abalancé sobre él buscando con desesperación su verga, la saqué y comencé a lamerla mientras mi pantalón caía al suelo, luego le dije al hombre que se recostara sobre el suelo de la caseta y me senté sobre él,  su pene entró por completo en mi hoyo que lo recibió con ansias, lo aprisionaba, parecía que mi culo no deseaba dejar salir nunca más aquel trozo de verga. El hombre finalmente no me aguantó más y empezó a botar su moco dentro mío, a pesar de ser un hombre mayor botaba harta cantidad de leche lo que me volvía aún más loco, me corrí también sobre su estómago.
Al ponerme de pie me di cuenta que no estábamos solos, con mi calentura no me había percatado que dentro de la caseta había otro hombre, también de sobre 50 años. No sentí vergüenza ni miedo sólo aumentó mi calentura. Como yo estaba desnudo de la cintura hacia abajo, aproveché eso y acercándome al nuevo desconocido le puse mis nalgas sobre el pantalón restregándome contra su cuerpo, mi mano bajó el cierre del pantalón extrayendo una verga gorda no muy grande, pero gruesa, como mi culo estaba lleno de leche no fue difícil que entrara todo. El otro nos miraba mientras de pajeaba se acercó a mí y me pidió que se la chupara a lo que acepté encantado. Fui penetrado por la boca al mismo tiempo que por el culo, ambos me llenaron de leche, pero yo quería más leche en mi boquita así es que logré que se les volviera a parar y no sin dificultad metí ambos penes en mi boca hasta que, al mismo tiempo los ...