Mi abuela la aguantona - Relatos Eróticos

Mi abuela la aguantona

Contra mi voluntad fui acompañando a mis padres a una fiesta patrónal de su pueblo acá en Lima, mi padre era el mayordomo y según la tradición debía estar junto a su familia.

Luego de  bailar con ellos casi toda la noche muy cansado busqué un lugar donde poder dormir, como la fiesta se realizaba en un local grande donde en el primer piso estaba el salón de baile que estaba lleno de gente tomando y bailando, levante la vista y vi que había una escalera que llevaba a un cuarto pequeño en la segundo piso que era  usado para guardar sillas, muebles etc.

    Moví la sillas y encontré un colchón de una plaza apoyada en la pared que tiré al piso y me puse a dormir,  habían  pasado dos horas aproximadamente y sentí que alguien me movía el hombro con fuerza varias veces cuando abrí los ojos era mi madre.

-!.. Josecito hazte a un lado para que tu abuelita también pueda dormir.. ¡

Y me hice a un lado dejandole un lugar  en el colchón y mi abuela se echó a mi lado y mi madre luego con mi tía  se fuerón a seguir disfrutando de la fiesta, ahora no estaba muy cómodo  echado en un colchón de una plaza con mi abuela porque ella era algo gordita y de culo grande.

Me movía de un lado al otro buscando la mejor manera de dormir, pero no se podía los dos echados boca arriba no cabiamos en el colchón,, entonces fue ella la de la idea que lo mejor era que íbamos a dormir de costado ambos dándonos la espalda.

Pero igual no podía dormir tranquilo porque su trasero era muy ...

... voluptuoso y me empujaba fuera del colchón, así que mi abuela dijo que cambiará de posición y la abrazara y al fin poder descansar de una vez..

          Ahora estaba yo detrás de ella y evitando que mi abdomen le chocará con su trasero por respeto hacía ella, pero mi abuela se movió y terminó por acomodarse en el colchón poniendo todo su culazo junto a mi y me fue inevitable no tener una ereccion al sentir sus nalgas blandas.

Estaba muy asustado por su reacción al sentir ahora mi bulto en medio de sus glúteos, pero pasaron los minutos y no decía nada imagino que talvez sería por lo que había bebido y no le dio importancia.

Que rico se sentía el culo de mi abuela que para sus 65 años era buenísimo y voluptuoso y los hombres de su edad la cortejeaban y otros más jóvenes se lo veían con lujuria, pero imagino que ella jamás hubiera pensado tener a su nieto de 14 años con una tremenda ereccion detrás de ella.

A mí edad estaba ya acostumbrado a darme unas buenas pajas pensando en mi profesora de inglés que tenía un culo que me tenía loco, pero esto era totalmente nuevo para mi, al ver que no decía nada muy despacio comencé a moverme y empujar mi ereccion en su culo.

-!.. Ya quédate quieto muchacho no seas travieso y duerme.. ¡

El tono de su voz no era de molestia ni de regaño sino de compresión hacia su único nieto hombre y por eso era su engreído desde muy pequeño y recibiendo los mejores regalos, las demás eran mujeres, así que ella entendía por la etapa de la pubertad ...