Relato 2 - Confirmación - Danila Crossintima - Relatos Eróticos

Relato 2 - Confirmación - Danila Crossintima

... hacia arriba, arqueada todo lo que podía, con la cola en pompa, estirada como si fuera una gatita, gimiendo cada tanto, cuando no podía evitar hacerlo. En esa posición empezó a puertearme. Lo hizo como me gusta, metiendo y sacando la cabeza mientras ponía lubricante y mas lubricante. Así, tranquilamente fue metiéndola toda, sin apuros, conmigo derritiéndome de placer y deseo de tenerla completamente adentro, presionando apenas hasta donde se deslizaba suavemente, una y otra vez hasta que la dilatación, la relajación y la lubricación de mi esfínter recibió todo su hermoso y duro palo, hasta el  último centímetro. Mi ano lo abrazaba, enamorado también de tanta dureza, tanta suavidad y dedicación. En las primeras entradas, profundas entradas, quería que se quedara allí bien hasta el fondo, abrazando cada milímetro de su pija, con sus huevos pegados a mi cuerpo. Lo quería así por siempre jamás, llenándome. Pero luego me tomó de la cintura, así vestida como estaba (solo había sacado el culotte) y empezó a cogerme como una máquina. Se sentía el plaf plaf plaf!!! de su vientre golpeando contra mi cola, se sentía como pegaban sus huevos a la base de la jaula. Ese resbalar de su obelisco en mi interior era una montaña de felicidad que me recorría el recto y lo masajeaba fabulosamente. Me tuvo así un buen rato hasta que me dijo que fuera yo arriba. Me subí, pero en cuclillas de espaldas a él. Empecé a subir y  bajar sobre el eje de su pija como en una película porno, tratando de ...

... meterla lo más adentro mío que fuera posible en cada bajada. Subía y bajaba sobre su eje. La penetración era larga, entraba toda su pija y salía casi toda y empezaba nuevamente a bajar.. La jaulita se movía poco, pero generaba una sensación tan especial, entre molesta y perfecta. Una desesperación apetecible. Luego pasamos al misionero. Pero a diferencia de la primera vez, puso mis piernas en sus hombros y me estuvo cogiendo así un buen rato. Después las dejó caer hasta sus codos y dejó caer su cuerpo sobre mi. Finalmente me soltó y pude abrazarlo con las piernas como me gusta. Así estuvimos hasta que acabó, sacudiendo el cuerpo y besándome mientras metía toda su pija lo más al fondo que podía. Clavándome toda mientras largaba todo su esperma en mi. Yo recibiéndolo todo, imaginando el día en que esa leche inundara mi interior. Estoy segura que él pensaba lo mismo.

Espero ansiosa el día en que me llenes de tu leche. Quiero que lo hagas hasta que me dejes embarazada-  dije juguetona mientras le guiñaba un ojo.

    Como la vez pasada hicimos sobremesa, me siguió manoseando, jugó un poco con los juguetes, me acariciaba, tomábamos y charlabamos. Cuando se le empezó a parar, se puso un forro y  se subió sobre mi para refregarme su pija en la cola masturbandose con mis cachetes. Luego me empezó a coger de nuevo un buen rato, me puso arriba esta vez frente a él y lo cabalgue con tanto deseo como antes. Me volvía loca ese trozo de pija en mi cola. Pero esta vez quería hacerlo acabar ...