Relato 2 - Confirmación - Danila Crossintima - Relatos Eróticos

Relato 2 - Confirmación - Danila Crossintima

... excusas, porque no las pongo tampoco. En este tiempo hasta que completes tu depilación definitiva completamente, habrá al menos seis meses o quizás más en que me garantizo cogerte una vez por semana, je.

    Me derretía, mitad porque la calentura me desbordaba, mitad porque este tipo me estaba diciendo todo lo que había soñado durante toda la vida. Era como si me leyera la mente. Tengo que reconocer que la aclaración de “al menos” en la frecuencia de encuentros me voló la calentura mucho más. Pero siguió:

Quiero también que nos hagamos los test esta semana. En dos meses los repetimos y si esta todo bien, dejamos de usar forros. Quiero disfrutar esa carne como se merece y que cumplamos todas las fantasías de las que hablamos con mi leche (son muchas, lean los relatos 4 y 5 para verlas…). Quiero llenarte de lechona, por todos lados. Eso es todo. Tenés todo lo que pedias y decías que querías. Tenés mi compromiso y mi entrega. Quiero que te entregues a mi de la misma forma.

Casi no podía hablar. Me moría de calentura, amor, deseo. Balbuceé un siiiiii en una voz muy baja. Entonces me puse seria y le dije:

Sos todo lo que soñé, y como te dije siempre si vos te encargas de producirme yo me encargo de ser tu puta, la más puta, y estar siempre disponible para tu pija y tus fantasías. Quiero que hagas de mi tu putita goloza.. Lo único que no se es que si haces todo esto que estás diciendo… creo que va a ser poco que me cojas una vez por semana, porque voy a estar alzada y ...

... como loca los otros 6 días!!!, jajajajajaja
 
    Echamos a reír más por la tensión acumulada que por el chiste malo. Brindamos mirándonos a los ojos para sellar ese hermoso pacto. Por fin se acababa la perolata y pasábamos a la acción. Me encantó lo que había pasado, y mi temperatura sexual había subido hasta el infinito de calentura con todo lo que me había dicho mi hombre. Mi cuerpo necesitaba sentirse usado y mi cola pedía y pedía. Me agaché, mostrando mis labios, haciendo trompita, mientras le acariciaba el borde de la pierna con una mano, introduje mi cuerpo entre sus piernas en un solo movimiento ágil. Mirándolo fijamente, excitada, agradecida e ilusionada, llevé mis manos enguantadas hasta su bragueta y arrodillada fui liberando su hermosa pija. Se vió que la charla lo había excitado tanto como a mi porque estaba incluso más duro que la vez anterior. Mirándolo fijamente empecé a masturbarlo lentamente, mientras sostenía fija mi mirada en la suya, arrodillada en su entrepierna. Tomé la copa con mi otra mano y di un sorbo al vino. Pasé mi lengua por mis labios mientras tragaba el néctar y me acerque para tocar sus huevos con mi lengua, besarlos mientras seguía masturbandolo lentamente, con las fauces empapadas de vino iba transformando el falo de mi macho en un helado delicioso. Solté su pija solo para tomar el preservativo que me dio mi macho. Empecé a chuparlo mientras abría el envoltorio. Lo tragué todo lo profundo que pude, necesitaba sentir su piel en mi boca, su ...