Relato 1 - Danila Crossintima - Relatos Eróticos

Relato 1 - Danila Crossintima

... a su antojo y placer. Él debía manejarme, llevar a su princesa putita por los caminos del placer. Nos besamos, y me puse perpendicular para que fuera entrando mas y mas, sintiendo cada centímetro y disfrutando cada milímetro que se metía en mí. Cuando estuvo todo adentro me relajé por fin y me dejé caer sobre él para que me cogiera a gusto. Estuvimos un rato así, luego se giró, se recostó sobre mí, como si estuviera cogiendo a una mujer en misionero. Lo abracé con mis piernas, y con mis brazos, para que me coja tan hermosamente como lo hacía, sintiéndome su hembra. Me empezó a preguntar si me gustaba y le dije entre gemidos suaves que me encantaba, que me sentía la putita mas feliz del mundo. Mi cola volaba de placer, mi pene ya había pasado de una erección tremenda a estar relajado, inexistente. Mi cuerpo solo disfrutaba como si fuera una hembra en celo. Con el culo abierto y relajado. Llena, rebosante, poseída. Plena por estar llena por atrás, por ser tomada por un macho, sentirme puta poseida, niña amada, adolescente deseada. Mi ano se abría para mí hombre, que me recorría como una máquina aceitada e implacable. Abría mi esfínter y se deslizaba en mis glúteos, manejaba mi cuerpo como un músico a su instrumento predilecto. Nadaba en mi como una anguila, golpeaba mis cachetes con sus huevos como un baterista experto, con el ritmo perfecto. Mi ano se cerraba, se abría, lo dejaba pasar por momentos, en otros se resistía. Sobre todo lo abrazaba cada vez que podía como si ...

... quisiera quedarse lleno de ese pene por siempre jamás. Él me ponía ritmos, tonos. Me ponía puta. Me ponía placer. Me ponía mujer. Me abría a él como una flor, como si naciera una concha entre los cachetes de mi culo, me lubricaba para él, me relajaba para él. Estaba plenamente entregada a los masajes que su hermosa pija realizaba a mi ano. Plena, en todos los sentidos. Solo quería extender ese momento eternamente, para ser suya, entregarme a sus ritmos, besos, deseos. Eso era, una hembra entregada a su macho, con su ano lleno de pija y felicidad, gimiendo como una princesa a la que le arrebatan la virginidad, feliz, llena de placer y femineidad.

Me cogió en muchas posiciones, y finalmente, después de darme bomba en 4 un rato, se acostó sobre mi, yo boca abajo. Así es como luego de un buen rato, acabó. Explotó en mi cola, lo sentí estremecerse. Pensé que el forro iba a estallar, parecía llenarlo con litros de leche. Por suerte no sucedió, aunque una parte de mi deseaba que el premio a tanto placer sea mi culo entero, mi esfínter entero, mi recto, mi cola mi ser entero rebalzado de la leche de mi hombre. Ya habría tiempo para ello en el futuro, por suerte... Me abrazó fuerte, mientras se metia hasta el fondo en mi. Esperó un ratito mientras dejaba caer el peso de su cuerpo sobre el mío, completamente relajado. Luego me beso en el cuello y se dejó caer hacia el costado. 

Estuvimos hablando un rato, haciendo la “sobremesa” y disfrutando el otro vino. Cada tanto me manoseaba. Yo ...