1. Mi vecino, sucio y violador


    Fecha: 29/08/2021, Categorías: Hetero Autor: MilkyQueen, Fuente: SexoSinTabues

    ... penetrara, pero comenzó a jalarme las manos y el collar y me dejó en una pose incómoda y casi imposible para moverse. Comenzó a rozar el glande y sentí que abrió mis labios, introduciéndose con firmeza. Cuando comenzó a penetrarme me dolió terriblemente, pero después sentí que mi vagina se adaptó a su enorme verga, masajeándolo como bienvenida. Él emitió un gemido ahogado. -Tsss, qué rica panochita que tienes, de seguro estás apretadita porque no habías tenido una buena verga en años, ¿verdad? Y no estaba tan errado. Extrañaba el sexo, pero no recordaba que fuera tan doloroso. Cuando logró meterme su miembro por completo, y con las cuerdas y las cadenas aún en las manos, tomó mi culo y con una sola monta logró penetrarme en posición de perrito. Sentí que su pene rasgó mi útero, era tan grande que no podía tomarlo de una sola vez. -¡E-Espera, m-me duele! Pero a él no le importó, incluso lo tomó como algo para burlarse y me penetró con más ganas, bamboleando su sucio vientre sobre mi espalda. Así me cogió durante 30 minutos, y sentía que su miembro bombeaba chorros de líquido preseminal dentro de mí. Al principio lo odié, pero pasada la media hora comencé a ansiar más de su verga caliente. Sentía que las venas de su choto brincaban dentro de mi concha, y eso me hacía calentar más. Él seguía hablándome mientras me penetraba: -Uuuh sí puta, ¿te gusta? No es lo mismo hacerlo detrás de un vidrio, ¿verdad nenita? Esta es una verga de verdad, no esa estupidez que tienes en tu ...
    ... departamento. Por un momento me dejé envolver por el placer que me daba su pito duro. No me importó que fuera tan sucio y degenerado, sólo quería que siguiera cogiéndome. Había logrado hacerme su puta en tan sólo media hora. Paró un instante y me levantó. Yo ya estaba más cooperativa, así que no opuse resistencia. Jaló mi cadena y acercó su rostro hediondo a mi cara y me besó de lengua. Yo estaba tan caliente que le respondí el beso, y sentí que aún seguía agarrando mis nalgas con fuerza. -Aún no acabo contigo cerda asquerosa, es tu turno de brincar. Él se puso boca abajo y jaló mis cadenas y las cuerdas para que me montara sobre él. Gracias al entrenamiento, pude aguantar bastante tiempo sobre de él, cabangándolo. Sentía que estaba sobre una bestia salvaje que me hundía su miembro caliente cada vez más profundo. Él se relamía los labios como siempre lo hacía, y comenzó a apretar mis tetas fuertemente. Como pudo se incorporó a medias y los lengueteó con fuerza. Parecía un cachorrito buscando el pezón de la madre. Yo me movía por inercia, no estaba consciente de mí, sólo sentía su verga dentro y me concentré en el placer que me daba. Varias veces me jaló del collar para ponerme a su disposición y a una pose que a él le gustara. Yo ya era un despojo de mi persona, y cambiamos varias veces de posición para que él no se corriera. En la última de ellas, me quitó la atadura de las manos y el collar y yo sola trepé a su miembro sin que me sintiera presionada. Los orgasmos que había tenido ...