1. Alicia 25 de 25


    Fecha: 27/08/2021, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... su culito. Toda mi atención estaba puesta en sincronizar los pasos para coincidir en la puerta con la clienta. Esa puerta que detuve con la mano para que pueda salir con muchas bolsas y paquetes. Iba tan cargada la pobre que me ofrecí a llevarle unas cosas y caminaba al lado de ella sin recordar que tenía el automóvil a unos metros de la puerta. Conversaba lentamente, sus palabras fluían sin dificultad pero siempre con ese tono característico. Contaba que vivía con su madre que trabajaba haciendo costuras, no necesitaban ese dinero con urgencia pero las mantenía ocupadas agregando que su nombre era Marlene. En ese momento era un nombre más para memorizar pero con el tiempo se iría grabando a fuego en mi alma. Llegamos a una casa antigua, sus paredes tenían mucha historia pero estaba bien conservada además el jardín frontal lucía prolijamente cuidado. Estaba por despedirme pensando qué decirle para poder volver a verla cuando pide que como último favor le ayudase a entrar las bolsas y ponerlas sobre la mesa. Nos recibió la madre con ojos alarmados hasta que Marlene le explicó que era un amigo de la tienda ayudando con tantos paquetes. La señora inmediatamente cambió la expresión ofreciéndome una silla preguntando si quería algo para tomar mientras agradecía que hubiese ayudado a su hija con el encargo. Preguntó si debía retornar pronto al trabajo y le dije yo no estaba empleado allí siendo solamente un amigo de la familia. La mujer comentaba orgullosamente que su hija ...
    ... sabía tocar el violín y hace unos años ya sabía ejecutar temas complejos. Señalaba un mueble con infinidad de discos 33rpm y otros muchos CD mientras decía que tenían muchísima música clásica. En efecto un aparato reproductor estaba largando una dulce melodía que se integraba al ambiente, no la había percibido al entrar pero allí estaba: majestuosa. Mucho tiempo después aprendería que era una pieza de Chopin interpretada en violín y piano llamada Tristesse. Lo descubriría recién cuando yo mismo ponía esos discos en mi reproductor para recordar a Marlene, para revivir el día en que la conocí, pero eso sucedería mucho más adelante que lo que estamos relatando. Yo recién estaba a las puertas del infierno sin tener idea de lo que el destino nos tenía preparado. Al pedirle que me permitiese oírla con su violín la chica se animó diciendo que mejor en su dormitorio así no molestaba a su madre que prefería escuchar los discos a bajo volumen mientras confeccionaba. Alargué el brazo como esperando me llevase de la mano ya que estaba mal acostumbrado con mis nenas que tironeaban para conducirme a cualquier parte. Marlene no caminaba con entusiasmo pero tampoco con pereza, todos sus modos eran una intriga que se agregaba a otra. Cuando llegamos me hizo sentar sacando su instrumento, un precioso violín que parecía antiguo, la madera brillaba pero se le notaban los años. Cuando apoyó el arco hizo llorar las cuerdas sacando una melodía melancólica, muy bien ejecutada pero transmitía esas ...
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