1. Aquel negro feo me cenó en la suite de su jefe


    Fecha: 26/08/2021, Categorías: Hetero Autor: Svett, Fuente: CuentoRelatos

    Dejé pasar mucho tiempo antes de pensar en tener sexo después de mi pésima experiencia con mi primo, que me dejó traumada. Sin embargo, inesperadamente apareció alguien que me cimbraría todos los átomos de mi cuerpo con su hombría y su forma de hacerme el amor.
    
    Eran vacaciones y una vecina que trabajaba en una agencia de viajes me invitó a ser edecán en un congreso de hombres de negocios que habría en un hotel de un puerto cercano a donde vivíamos; acepté sin pensarlo y me preparé para esos 4 días perfeccionando mi inglés ya que era internacional el evento. El primer día sería yo, junto con otras edecanes, responsable de recibir a los participantes y llenar unos formatos para que una buena operatividad y la eficiencia en los programas; en eso estaba en un mezzanine del hotel cuando se presentó un negro alto y feíto, de boca muy grande y con uniforme de chofer, a decirme que un tal señor Yasser venía en camino, pero no llegaría a tiempo para inscribirse, que venía él en su representación para hacer el trámite. Busqué en la lista y sí se encontraba su nombre por lo que le tomé los datos preguntando al negro, que dijo llamarse Abdel Karím, la información requerida; traía yo una blusa un tanto ajustada y hacía ver mi busto muy parado, lo cual parecía ilusionar e Abdel, que cada vez que volteaba a verlo, lo pillaba viendo hacia mis senos con ojos libidinosos y no parecía importarle y hasta le hacía gracia porque me sonreía; nos despedimos y así quedó todo, no creí que lo ...
    ... volvería a ver.
    
    Pero al terminar el día laboral que salí a tomar taxi para ir al centro comercial, estaba Abdel recargado en una limusina, al parecer esperando a su jefe; desde que aparecí fijó su vista golosa en mis curvas e instintivamente empecé a contonearme más al caminar mientras me acercaba a él. Al pasar junto me hizo una reverencia y me dijo que yo era la mujer de sus sueños convertida a realidad; yo le agradecí y seguí hacia la calle donde estaban los taxis ahora moviéndome más y sintiendo su intensa mirada deseando encamarme. Al subir al auto volteé y me dijo adiós con una mano, saludándolo igual... entonces mi imaginación y mis ganas de tener hombre se combinaron para elucubrar en una posible relación con el negro trompudo: ¿qué se sintiera ser besada por ese montón de boca de gruesos labios?, ¿sería verdad que los negros tenían mucha verga?; una sonrisa de picardía se pintó en mis labios y el resto del día me convencí de que no sería mala idea probar aquel bocado de macho, aunque no era muy agradable de la cara.
    
    Al día siguiente y con el mismo pretexto, salí después del evento a la misma hora hacia la calle y ahí estaba Abdel, ahora metido en la cajuela del auto, bajando una maleta; muy sexy y sensual me acerqué haciendo sonar fuerte los tacones logrando mi cometido, volteó y dejando la maleta en el piso, me hizo una caravana preguntándome al tiempo si le aceptaría acompañarlo esa noche a un refresco en el bar del hotel... por supuesto que acepté y quedamos de ...
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