La sorpresa de Johan, se llama Marina - Relatos Eróticos

La sorpresa de Johan, se llama Marina

... en sus nalgas.

No se cuánto tiempo me tomó, pero fueron varios minutos para que poco a poco mi glande se introdujera en el rico ano de Marina. Ella dio varios quejidos de dolor y me lo hizo saber, aunque nunca desistió de continuar. Con los segundos y con los minutos, mi verga milímetro a milímetro se hundió en el rico culo de esta pelirroja. Nos mantuvimos así sin ningún movimiento, pues cada vez que lo intentaba, Marina se quejaba del dolor. Mas sin embargo, pasamos así alrededor de media hora con Marina y mi verga ensartada en su apretado culo y donde yo quería mitigar la presión y el dolor con el besar alrededor de su oreja y me encorvaba para besar su cuello.

Al pasar el tiempo me pidió que intentáramos otra posición y esta vez yo me acuesto de espaldas y ella se viene de espaldas por sobre mí siempre poniendo su rico culo sobre mi verga. Mi verga se vuelve a hundir esta vez con mucha más facilidad, pues su esfínter ha asimilado el grosor de mi glande, aunque Mariana se queja del dolor que siente cuando me muevo e intento ese movimiento del vaivén para que mi verga salga y entre de nuevo. Nos quedamos en esa posición y comienzo a sentir como Marina contrae su esfínter y yo le respondo contrayendo mi glande. Ella me hace saber que le gusta y que siente una sensación de placer. Es ella la que se mueve un poco, aunque no mucho, como solo contraminando su culo contra mi verga, aunque no llega al movimiento de entra y saca. Yo solo la tomo de las tetas y donde he ...

... comenzado a apretar sus pezones y me dice que le gusta. Continúo así, mientras ella contrae su ano y yo sigo contrayendo mi verga. Increíblemente y yo no lo esperaba y me dice: Tony, me vengo, creo que me vengo. -He hizo un pequeño movimiento con sus nalgas en contra de mi verga y jadeó de placer diciéndome: Suavecito, así… que rico, que rico Tony. Todo iba bien hasta que de repente aquella misma fuerza de electricidad le mando un calambre a una de sus piernas y tuvimos que interrumpir el coito.

Marina me dio esa sonrisa de placer que lo había logrado, que analmente había sentido un orgasmo. No fue espectacular como los que he vivido con otras mujeres y especialmente con Johan, Sheri y Diana, quienes son multi orgásmicas analmente. Por haberle roto el culo por primera vez y causarle un sangrado ya no continuamos analmente, pero después de tomar una ducha de nuevo, Marina me complació con otra mamada y donde le solté mi segunda y abundante corrida adentro de su boca. Le había hecho saber si me podía venir adentro de ella y no me dio objeción. Aquella primera vez, Marina logró tres orgasmos, dos vaginales y uno que ella cree fue su primer orgasmo anal.

Para confirmarlo lo hemos hecho ya en cinco ocasiones y cada vez ella tolera mejor la penetración anal y aunque siempre sangra, ella se somete y lo intenta porque quiere volver a experimentar ese orgasmo. Todavía no llegamos a ese ritmo de vaivén de mete y saca, nunca le he taladrado con embestidas fuertes el culo a Marina, pues ...