La sorpresa de Johan, se llama Marina - Relatos Eróticos

La sorpresa de Johan, se llama Marina

... huge. (Esta grande). Comienza con un oral, que realmente son de los que recuerdo por su intensidad y placer. Marina es de esas mujeres que saben mamar y sus cambios de ritmo lo hacen todo placentero. Comenzó con besos leves y tiernos mientras con sus manos me masajeaba los testículos, se metió todo lo que pudo de mi verga y una vez adentro, hacía un movimiento interior que se asemejaba a la contracción de una vagina. Marina goza mamando verga que aquel proceso pasó por veinte minutos que debí interrumpir, porque casi me mandaba al paraíso.

Cuando le removí su ajustada blusa y pantalón de licra, descubrí esas sensuales pecas color naranja distribuidas en su atlético y esbelto cuerpo, pero con más presencia en la zona de su espalda y sus preciosos y puntiagudos pechos. Me metí uno por uno esos pezones a la boca, mientras quitándole su prenda íntima, sentía lo caliente y húmeda que estaba Marina. Le comencé a hacer un oral delicado, con besos por sobre su clítoris y deslizando mi lengua por toda aquella rica abertura. Me pidió que me mantuviera así, con besos suaves y recorridos delicados, pues Mariana es muy sensible de su clítoris. Me mantuve con esos besos que apenas le rozaban esa hermosa flor y era ella la que contraminaba con sus movimientos pélvicos su clítoris inflamado en contra de mi lengua. Por varios minutos suspiraba y gemía tímidamente hasta que sintió la señal y me dijo directamente: Cógeme, méteme la verga ya.

Tuve un pequeño contratiempo en querer ...

... introducir mi verga a su pequeña conchita, pero una vez encontré esa entrada, mi verga se sumió toda hasta que mis testículos chocaban en esa zona de su perineo. Marina jadeaba intensamente, mientras ella empujaba intensamente su pelvis elevando lo que más podía sus nalgas y yo haciendo la fuerza opuesta, para que sintiera el golpeteo de mis huevos amenazando su otro pequeño y rico orificio. Se corrió intensamente y sus gemidos me llevaron a que le llenara su concha con enorme corrida. Ambos salimos para el baño y darnos una ducha.

Nos recuperamos en media hora y estamos dispuestos a experimentar y satisfacer la curiosidad del sexo anal de Marina y su idealizado orgasmo que tanto le ha hablado Johan, en sus experiencias multi orgásmicas. Ella me vuelve a lubricar mi verga con su saliva en otra rica y corta mamada y yo hago lo mío con pasarle mi lengua en su rico ojete y dejarle una buena cantidad de saliva para que lubrique el siguiente acto. Creo que Marina está bien aconsejada y toma su primera experiencia con mucho relajamiento y solo sigue mis movimientos. Se acuesta plana sobre su estómago y me deja expuesto su rico culo y que ella eleva como para darme mejor acceso. No la pensaba poner en esta posición, pero creo que ella la busca porque intuye que será la mejor para ella. No le dilato el culo con ningún dedo, poco a poco se lo dilato con mi glande que se desliza por aquella hermosa rajadura y donde descubro lo bonito de este rico culo y sus microscópicos vellos color de oro ...