1. Begoña: pasión inconfesable


    Fecha: 28/07/2021, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Cuando tenía 6 años mi madre me regaló un precioso perrito llamado Puppy. Era de raza labrador, blanco, de pies a cabeza, igualito que el perrito del anuncio Scottex. Yo me desviví por ese animal, y jugaba con él todos los días. De vez en cuando yo fingía ser una enfermera y él mi paciente. ¿Quién no ha jugado en su infancia a médicos?. Fue ahí cuando empezó mi vocación. El amor por aquel perrito me hizo pensar en los demás animales, en aquellos que no tenían casa ni amos para cuidarlos, y siendo tan niña me dije que, de mayor, me dedicaría en cuerpo y alma a los animales, aunque en aquel momento no tenía idea de las consecuencias de mis palabras. Inmediatamente fui a contárselo a mi madre, que estaba tendiendo ropa fuera de casa, al calor de aquella soleada tarde.
    
    -Mamá mamá…ya sé que seré cuando sea mayor…
    
    -¿Ah sí, mi amor?. ¿Qué vas a ser?.
    
    -Quiero ser médico para curar a todos los animales del mundo y ser una buena doctora y abrazarlos y…
    
    -Vale vale-me dijo Mamá poniendo freno a mi euforia-. Estoy segura que serás una gran doctora.
    
    -¿De verdad Mamá?.
    
    -Claro que sí. ¿Acaso lo dudas?.
    
    Mamá me cogió en brazos y me dio un fuerte abrazo, confortándome y sonriendo. En sus brazos siempre me sentía feliz. Desde aquel día, estudié como una loca para convertirme en una gran médica, para ser una buena veterinaria y trabajar no solo en una clínica, si no también, si fuera posible, en un gran zoológico curando a jirafas, monos, hipopótamos, y toda clase de ...
    ... animales. Quería ser una mezcla de la Jane de Tarzán con la Dra. Quinn. Mis padres me apoyaron al máximo en ese sentido, era su hijita predilecta y me animaban a que hiciera realidad mis sueños. Gracias a ellos terminé mis estudios con una nota inmejorable, y ya en la universidad hice otro tanto, no dejando que nada me apartara de mi camino. De vez en cuando, en el comedor del instituto, mis amigas solían sacar el tema:
    
    -Oye chica, ¿y cuando vas a empezar a echarte un novio?.
    
    -¿Yo-contesté con una mueca de incredulidad-?. Yo paso de eso. Lo único que me importa es graduarme para ir a la Universidad y doctorarme. Ya habrá tiempo de echarse un novio. No tengo prisa.
    
    -Lo que tú digas, pero Pili tiene razón-me replicó Vanesa-. Los años pasan rápido y si no haces nada pronto te verás sola en la vida.
    
    -Pero que pesaditas estáis las dos. Ya habrá tiempo para eso. La vida…
    
    -La vida pasa rápido, Begoña-me dijo Lola, cortándonos en seco-. No te creas que tienes todo el tiempo del mundo para hacerlo todo. Ya sabes lo que dicen. "La vida es eso que pasa mientras haces otros planes".
    
    -Sí, vale, lo que vosotras digáis, ¿de acuerdo?. Con vuestro permiso, tengo clase. Ya nos veremos de tarde.
    
    Más ó menos así iban nuestras conversaciones. No negaré que cuando las veía con sus novios yo sentía cierto anhelo, pero estaba dispuesta a no ceder ante nada, y creía firmemente que un novio me distraería mucho de mi objetivo. De vez en cuando me sentía un poco sola, pero tenía a mis ...
«1234...12»