1. n) Fiesta en la quinta de Guillermo


    Fecha: 26/07/2021, Categorías: Lesbianas Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... de mí hasta sentir que me partía el espinazo. Se vaciaba en mi culo entre gritos, hasta Leo y su follador pararon para mirar al energúmeno que me follaba como un toro bravo.
    
    Descansó metido en mi cuerpo aplastándome en el colchón, pesaba una tonelada, hasta que la verga salió acompañada de un chorrito de esperma, el viejito no desaprovechó el tiempo y me situó como estaba antes, abrazando mis muslos y pasando las manos por detrás de mi cintura, preso para que no me moviera, no lo iba a hacer, el otro me había dejado rendido y aunque no me corrí disfruté su corta aunque rica follada.
    
    El mayor gozaba chupando y comiendo el semen que el zanahoria me dejó dentro, ya debía saber que a este le gustaba sacar la leche de los culos preñados. Me pidió que hiciera fuerza con el culo para que saliera más semen y aprovechaba cuando abría el culo para meterme la lengua, buscando el esperma caliente.
    
    Estaba encantado por los placeres que me hacía sentir, nunca nadie me había hecho algo semejante, sucio y auténticamente placentero para mí, su lengua ya entraba como Pedro por su casa, podría meter hasta una mano si quisiera.
    
    Dejó de chuparme el culo y se puso de pié, creía que todo había terminado, el otro se había ido y mi amigo estaba agotado tendido por la última follada que le habían dado.
    
    -Ahora vuelvo, no te muevas, es un momento. -salió de la habitación en pelota y cogí la mano de Leo.
    
    -¿Qué tal vas?
    
    -Bien por ahora, aún queda mucha noche y nos van a ...
    ... destrozar.
    
    -Bueno, solo es el culo. -Leo me cogió la mano y me la besó.
    
    -Voy a limpiarme y volver a la fiesta, igual me escondo en la piscina. -apreté su mano y se levantó, me pareció que dolorido y mi viejillo estaba de vuelta.
    
    El muy pervertido se había colocado un arnés en la cintura con una verga que daba miedo, era enorme como la de Davy pero artificial, me coloqué con un codo sobre la cama elevando el cuerpo.
    
    -Pero eso…
    
    -No tengas miedo, te va a gustas y es suave. -volví a mi postura con la cara oculta entre la ropa mientras él retornaba a comerme el culo, ahora estábamos solos en la habitación y me pidió que me pasara al centro y levantara el culo para penetrarme con el artilugio.
    
    Tenía cierta prevención, pero aunque quisiera, no lo podía cerrar mi culo, estaba derretido y jugoso con la saliva del viejo y la follada que me habían dado. El machete comenzó a entrar, ¡como me acordé de Davy! Aquel pene, suave como el terciopelo, entraba en mi ser en barrena, hasta que sentí en el culo los testículos que tenía al final, suaves y abultados, guardando lo que el viejito tenía suyo entre las piernas.
    
    Me llegaba como el Davy hasta el estómago, lo sentía resbalar en mis tripas y retorcerse deleitándome.
    
    -¿Te gusta puto? He visto como te follan y se que te van las pollas largas, que puedes aguantar lo que otros no toleran. -¡oh!, si, el cabrón del viejo tenía razón
    
    me gustaba sentirlo tan profundo, lo mismo que cuando mi amante me la metía aunque la de Davy era más ...
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