1. En la Playa Nudista


    Fecha: 20/07/2021, Categorías: Infidelidad Autor: anacristina, Fuente: RelatosEróticos

    ... sangrar. Su ávida lengua exploró mis labios vaginales produciéndome placeres indescriptibles. Sus labios atraparon mi clítoris hasta que lo noté erecto como un pequeño pene. Se apoderó con sus labios de mi clítoris y sus dientes lo mordisquearon con sabiduría. Abrí mis piernas para facilitarle las caricias y aun más, con mis manos separé mis glúteos ofreciéndole mis dos orificios que lamió con gran conocimiento de la sensualidad femenina y de mi necesidad de hembra en celo. Tuve varios orgasmos y mis jadeos y gemidos se oían en toda la playa. Quedé relajada gracias al formidable tratamiento que me dispensó.
    
    Iván, se puso de pie ayudándome a situarme de rodillas entre sus piernas. Quedé prendada de aquel brutal aparato que en breves segundos iba a ser todo mío. Tomé su daga entre mis labios y en el interior de la boca, en el paladar, comenzando a azotarlo con la lengua. Su gran tamaño me produjo arcadas pero pese a ello no cejé en mi empeño. Lo sentí crecer junto a mi garganta, tras la caricia bucal. Alargué los brazos, trepando por el vientre sudoroso del joven hasta llegar a su torso, sin soltar la presa de mi boca. Le pellizqué con fuerza las tetillas y la excitación del hombre se tradujo en una mayor dureza del miembro que descansaba entre mis labios. Entonces empecé a moverme, comencé a mover la cabeza sobre su miembro, aproximándome y alejándome, tragándolo y escupiéndolo, una oscilación placentera, chupándolo en toda su longitud, ensalivándolo, mordisqueando el ...
    ... frenillo que sujeta el prepucio doblado sobre el glande a punto de estallar.
    
    Aquel hombre me cogió del cabello ayudándome en el movimiento continuo de mi felación. Deseaba hacerle la mejor mamada de su vida hasta que se corriese en el interior de mi ardorosa boquita. Quería notar cómo iba a brotar la totalidad del elixir con el que estaba segura que aquel chico me iba a regar. Estaba sedienta ya que tenía la garganta seca debido a la comida de rabo que le estaba haciendo. Mi lengua ensalivaba con gran dedicación aquel torpedo humedeciéndolo con ferviente pasión. Lo extraje del interior de mi cavidad bucal y empecé a masturbarlo con furor mientras adoraba aquel enorme tallo entre mis manos. Aquel potente chico no pudo aguantar por más tiempo aquel furibundo masaje que le estaba prodigando con mis dedos y mi mano y acabó explotando sobre mi cara yendo a parar su copiosa corrida sobre mi barbilla, mis pechos y mi golosa boca la cual se tragó con deleite aquella ardiente catarata de semen con que me obsequió aquel dios maravilloso. Parte de su corrida cayó por la comisura de mis labios yendo a parar a mis apetitosos senos.
    
    Tras aquella monumental corrida quedé gratamente sorprendida observando cómo aquel animal encabritado no perdía un ápice de su vigor. La virilidad de aquel apuesto muchacho no perdía fuelle invitándome a un nuevo combate.
    
    ¡No te cansaste?, le pregunté con cara de viciosilla. Tienes un amigo muy malvado que quiere hacerme cosas malas. Habrá que darle una ...
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