1. Madre e hijo dispuestos a todo


    Fecha: 18/06/2021, Categorías: Incesto Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos

    ... anaconda.
    
    -jajaja dale salí de acá y anda a cambiarte que si le pego un mordisco después vas a llorar.
    
    -jajajaja
    
    Se fue a su habitación a vestirse, yo veía como abandonaba la cocina mostrando el culo hermoso que tiene. Tuve por unos pocos segundos su tronco a unos pocos centímetro de la cara, me dejó caliente para tres días y con ganas de meterlo en la boca y tragarlo entero.
    
    Ya eran las nueve de la mañana horario en que había acodado con Federico. Escucho el timbre y voy a recibirlo a la puerta.
    
    -Hola Fede, ¿Cómo estás?
    
    -Bien linda y vos, hacía mucho tiempo que no te veía
    
    -Bien, trabajando.
    
    -¿Sola?
    
    -No, con mi hijo, termino el colegio y me está ayudando.
    
    -ah, qué bueno.
    
    -te molesta que me ayude
    
    -No mejor, lo vi de chiquito y que mejor si te ayuda.
    
    -Bueno entra a ese cuarto y quítate la ropa que ahora lo voy a buscar.
    
    Era como tener a Ricky Martin en casa, hermoso, de casi un metro noventa de alto y musculoso.
    
    Voy a buscar a mi hijo y le pongo el delantal, vamos juntos a la habitación. Golpeo y entro, ahí estaba Federico, todo desnudo acostado en la camilla, bronceado por completo casi sin pelos y con algo que nunca había visto a no ser en películas, una poronga gigante que le colgaba a un costado, sin prepucio, limpia y con la cabeza rosada.
    
    -Hola, que grande que estás, la última vez que te vi eras chiquito, pero cómo creciste.
    
    Mientras le decía esto a Agustín, yo no podía sacar la vista de semejante monstruo. Pero me tenía ...
    ... que concentrar y darle instrucciones a mi hijo.
    
    -Hijo, toma estos guantes y huméctale el cuerpo mientras yo preparo la cera.
    
    Mi hijo me miró sorprendido y enojado, pero fue profesional, se puso los guantes y tomó la crema humectante. Yo no podía creer a que estaba obligando a mi hijo, casi a una escena gay en vivo para mi sola, lo más excitante de mi vida.
    
    Mientras voy conectando todo pongo música suave, Federico se relaja esperando las manos de mi hijo, yo no sabía cómo podía reaccionar, tanto mi hijo como Federico, pero no me quería perder ningún fotograma.
    
    Empezó a frotar sus piernas con crema hasta dejarlas blancas, despues subió a su pecho que frotaba hasta sus brazos. No podía alejar la vista de ese espectáculo. Luego tomo el pene con una mano y como si fuera una salchicha le puso crema de la punta a la base como si fuera mayonesa. Los guantes azules eran el contrate perfecto para aquella verga. Su pene crecía. Se ponía duro y grueso en sus manos, lo veía crecer, hincharse, él lo miraba y acariciaba sin problemas, su mano no podía cubrir su circunferencia era enorme y brilloso. Luego lo acomoda sobre la barriga tallada por abdominales y le unta los huevos. Federico suspiraba profundamente y volvía a aspirar. Con la tenue música de fondo le dice.
    
    -Ahora la espalda por favor, se puede dar vuelta.
    
    Federico obedeció como un autómata a su dueño, giro y quedó de espaldas en la camilla, el pene aplastado sobresalía entre las piernas. Agustín lo lubrica hasta ...
«1...345...»