1. La fiesta a la que fui sin marido


    Fecha: 06/11/2017, Categorías: Voyerismo Autor: Sleepkiss, Fuente: CuentoRelatos

    ... fiestas.
    
    Llegamos en 20 minutos a una casa muy bonita, y le mencioné que esperaba que no seamos las primeras en llegar. Me dijo que no íbamos a ser las primeras, sino las únicas. No le entendí lo que quiso decir en ese momento, y así tocamos la puerta de la casa. Nos abrió un hombre como de unos 35 años, el cuál tenía una copa en la mano y nos invitó a pasar muy sonriente. Cuando nos dirigíamos al salón gritó, ya llegaron las chicas y adentro se escuchó un alboroto. Al llegar ahí me pude dar cuenta que todos los que estaban eran solo hombres, y le pregunté a Mabel a que clase de fiesta me había traído.
    
    Ella riéndose me dijo cálmate y diviértete, ya que todos son unos chicos lindos y muy buena onda. En el salón habrían aproximadamente 10 hombres y se encontraban bebiendo y conversando. Nos sirvieron unas copas y Mabel me presentó con cada uno de ellos. Entre los invitados me pude dar cuenta que un par de ellos eran de raza negra, y además eran muy musculosos. Ellos me saludaban con un beso en la mejilla, y yo tenía a veces que voltear mi cara, para que no me estamparan un beso en plena boca.
    
    Transcurrió la fiesta y yo no paraba de bailar, así como mi amiga. Los tragos iban y venían, y el sonido de las voces cada vez se escuchaba más alto. Mientras bailaba con alguno, me decían que estaban contentos que Mabel me hubiese traído, ya que a veces ella quedaba agotada y la fiesta terminaba temprano. No sabía a que se refería, pero ya me estaba preocupando un poco por estar ...
    ... ahí.
    
    Luego que avanzó la reunión, uno de ellos le pidió a Mabel que bailara sola, y pusieron una música que más parecía de strip-tease que otra cosa, y ella se puso al centro del salón y empezó a contonearse de tal forma, que sus senos se movían para deleite de los presentes. Mientras yo miraba como bailaba mi amiga, uno que estaba a mi costado, me preguntó si yo bailaba también, y le respondí que no, dándole un sorbo a mi copa.
    
    Mientras Mabel bailaba contoneándose, un par de ellos se le acercaron y a modo de baile, le pasaban las manos por su cuerpo desabotonando su blusa y dejando sus pechos al aire. La falda se le había subido, y se notaba claramente el encaje de sus medias y sus braguitas. Yo la miraba sorprendida, cuando de pronto sentí en mis nalgas una mano que me apretaba por encima. Voltee a verlo y era uno de los negros, que no sé en que momento se había quitado toda la ropa. Estaba completamente desnudo ante mí, mostrándome una verga larga que parecía hecha de brea.
    
    La visión de este pene enorme, hizo que no pudiera apartar mi vista de él y de pronto vi como todos se empezaron a despojar de sus ropas, quedándose desnudos en el salón. Yo no sabia que hacer en ese momento, pero al ver que mi amiga se dejaba tocar por un mar de manos, y de ver tantas vergas y de diferente tamaños, me dije a mi misma que iba a aprender lo que era divertirme de esa manera.
    
    No sé de donde me salió el valor, pero dije en voz alta que yo también quería bailar. Todos voltearon ...