1. Lara, una chica muy obediente (5)


    Fecha: 16/05/2021, Categorías: Incesto Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... excitante.
    
    -Como la de mañana, cuando se la llevemos a don Ramón para que se ocupe de su culito. –le respondió Eva en voz baja mientras la profesora escribía varias ecuaciones en el pizarrón e iba dando una serie de explicaciones al respecto.
    
    ………….
    
    Por fin se hizo la noche. Eva, Juani y Lara cenaban en el comedor del instituto con la niña sentada junto a Eva.
    
    -Supongo que sabrás cómo debes comportarte esta noche con las visitas. –le dijo la rubia.
    
    -Sí, señorita Eva, debo ser obediente y sumisa.
    
    -¿Qué más? –le preguntó Juani.
    
    -Debo hacer y… y dejarme hacer todo lo que se me ordene. –contestó Lara con los ojos clavados en su plato.
    
    Eva y Juani intercambiaron sonrisas expresivas de la intensa satisfacción que experimentaban y la rubia le dijo:
    
    -Muy bien, cariño, muy bien, veo que eres una buena perrita.
    
    -Sí, gracias, señorita Eva…
    
    -Una perrita faldera, por lo obediente y sumisa. –siguió la rubia.
    
    -Sí… Sí, señorita Eva…
    
    -¿Entonces qué eres? –dijo Juani.
    
    -Una perrita… una perrita faldera, señorita Juani…
    
    Lara se escuchaba contestar y se iba excitando cada vez más. Reconocía ya sin tapujos que lo suyo era la obediencia, el sexo forzado e inclusive la humillación, el sentir que era un objeto de placer para otros, en este caso sus Amas y esas chicas a las que las Amas la entregarían esa misma noche, y también para don Ramón, cuya condición de vejete lascivo era para ella un motivo de excitación en sí mismo. No pensaba en chavales, que ...
    ... para ella no implicaban el menor atractivo sexual como lo tenían, sí, las chicas, pero estaban a empezando a atraerla los hombres viejos, como don Ramón, y también las mujeres mayores, en cuyos brazos se imaginaba dominada, sometida, forzada hasta las últimas consecuencias. Cuando fantaseaba con esa clase de señoronas, su ensueño le construía de inmediato en la mente la imagen de Doña Beatriz, la Directora del Instituto, cuya seriedad y severos modales la atraían y excitaban sobremanera.
    
    Fue en ese preciso momento que sintió la mano de Eva bajo la falda, deslizándose por uno de sus muslos lentamente hacia su entrepierna. Un súbito temblor la agitó y tragó rápido el bocado de comida que acababa de llevarse a la boca mientras le dirigía a la rubia una mirada implorante. Cuando los dedos del Ama llegaron a destino descubrieron la humedad en las braguitas, corrieron la tela y se adentraron en el mojado conejito de la niña, que a esa altura era un volcán.
    
    Juani había advertido lo que estaba ocurriendo y sus labios se abrieron en una sonrisa perversa.
    
    Se inclinó hacía Eva y le dijo:
    
    -Bien, querida, ve poniéndola en clima para lo que le espera, jejeje.
    
    -No quieras saber lo mojada que está la muy perra en celo.
    
    -Sería divertidísimo que la hicieras correrse aquí. –propuso Juani muy excitada.
    
    Eva pareció considerar esa posibilidad durante un momento mientras dos de sus dedos no dejaban de trabajar el chocho de Lara y finalmente dijo:
    
    -¿Por qué no?
    
    Al escucharla, ...
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