1. Tocando a mamá


    Fecha: 06/05/2021, Categorías: Masturbación Autor: gastelumj, Fuente: CuentoRelatos

    ... tardaremos muchísimo en estar juntos solos, tú y yo, por favor, ¿Podríamos ducharnos juntos? (como despedida).
    
    —Pues mira, por mí no hay problema. Nos hemos permitido una aventurilla para conocernos mejor, cielo. Total, nos conocemos cada poro. ¡Venga!
    
    Nos metimos en la ducha.
    
    —Hala, cómo estás ya, ¿Eh? Me tocó un hijo fogoso. La verdad, no saliste a tu padre, Lolo.
    
    Yo rocé mi pene muy erecto todo lo que pude con ella, pegándolo a su rajilla del culo, pero ella me decía:
    
    —Venga, Manuel, salgamos que estoy ya asustada de lo que podría o incluso puede llegar a pasar.
    
    —Bueno, salgo pero si nos secamos juntos.
    
    —Chantajista!
    
    Estaba cerquísima de mi madre, piel con piel, con sus dos preciosos globos pegados a mí, y ella con su pelo largo y rizado húmedo. No pude más, y le besé su cuello.
    
    —Uyyy, quieto, cielo, no me excites.
    
    Me puse en cuclillas y le llegué hasta su mentón, que se lo mordisqueé, y ella no paraba de suspirar, notando yo así más cerca sus pechos.
    
    Pero yo le toqué su vagina, tocando sus ya húmedos labios y le besé un pecho.
    
    —Ven, cariño, sequémonos en la cama.
    
    Húmedos todavía, yo me tumbé cara arriba, y ella encima de mí me iba secando. Llegó a mi polla, y la secaba con la toalla, mientras me miraba con sus pechos al aire y todo su esplendor recién salido de la ducha.
    
    No pude más, me incorporé y la besé como un amante, con pasión, intercambiando saliva y chupando su lengua y sus labios y ...
    ... tiré la toalla. Su mano acariciaba ya mi polla desnuda. Bajé mi lengua hasta su cuello y acaricié con las dos manos su pecho.
    
    —¡No puedo más, Manuel!
    
    Se puso encima de mí y rozaba su vagina con mi glande, que casi entraba solo.
    
    —¡Mamá! Eres preciosa.
    
    Sus pechos se movían con el vaivén y se los volví a tocar, y dirigía su movimiento, hasta que conseguí metérsela del todo...
    
    —¡Mamá, lo estamos haciendo!
    
    —Manuel, relájate, disfruta, cariño. Y aguanta, no te vayas enseguida.
    
    Mi pene entraba y salía sin problema. Y encajaba a la perfección con mi madre.
    
    La agarré de los hombros y la atraje hacia mí. Nos unimos del todo y nos dimos un morreo tremendo, mientras tocaba yo su culo y así ponía yo el ritmo.
    
    —Ahhhh, sigue Lolo, por favor... sigue. Así, bésame el cuello, cielo...
    
    —Mamá, te quiero. Ahhhhh
    
    Y de repente, la abracé mucho más hacia mí y eyaculé con todas mis fuerzas dentro de mi madre, mientras le tocaba su melena y le besaba otra vez en sus labios.
    
    —¿Qué tal lo hice, mamá?
    
    —Mira, si tu padre aprendiera a besarme así, sería yo más feliz. Pero será nuestro secreto, ¿Vale? Amo a tu padre, y esto sólo ha sido una aventura.
    
    Y me besó de nuevo.
    
    No lo pudimos hacer más, porque no estábamos solos y no surgió de nuevo la magia. Pero pasados nueve meses, mamá dio a luz una niña. Pero jamás me dijo si era de mi padre o mía. Ni lo sabría ella, porque aquel lunes folló con mi padre como una descosida.
    
    FIN 
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