1. La cueva de nieve


    Fecha: 06/05/2021, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cepillada por los tiesos vellos de la barba de Víctor, los dedos de él sostenían los labios vaginales, mientras su lengua y sus labios daban homenaje al delicado interior rosa. Ella se oyó a sí misma confesarle a José que nunca había estado alguien entre sus piernas así, ella pensaba que sólo una cualquiera permitiría tal cosa. Ella observó cómo su pubis subía y bajaba en baile carnal con la boca de Víctor. "Soy una cualquiera", pensaba "Y voy a morir en esta helada caverna y estoy alegre"
    
    Había reto y desesperación en la forma como ella movía el vientre. Palabras que nunca saldrían de una devota cristiana eran proferidas fácilmente por sus labios. Ella quería venirse, quería que Víctor y José vieran lo puta que era, que la usaran como quisieran. Ella observó cómo la lengua de Víctor se sacudía en su clítoris y la cueva nuevamente retumbó con sus gritos de placer.
    
    Víctor se arrodilló encima de ella, su barba húmeda de jugos vaginales. Como plumas en el hocico de un zorro, algunos rizos rojos colgaban de su barbilla. "¿Le gustó señora?" Preguntó amablemente. Él se movió un poco más arriba hasta que las rodillas de él sujetaban las costillas de ella. "¿Cree que se sorprendería su marido?" Le sonrió "¿Se viene usted así con él también?"
    
    Ella pensó en su marido con un poco de remordimiento y resentimiento. Él nunca entendería su depravación en la cueva de nieve. Ella nunca se había comportado así con él. Ella no recordaba cuándo fue la última vez que él la hizo ...
    ... venirse. Ni siquiera sus propios dedos la habían provocado tal erupción tan deliciosa.
    
    Mientras Víctor se colocaba arriba de ella, Carrie supo que era lo que él esperaba. Él la vio mirándole la verga y riendo entre dientes le dijo: "¿La tiene tu marido tan grande?" Luego agarrándose el miembro y apuntando a la boquita de ella preguntó: "¿Se la mamas a tu marido, señora?"
    
    Ella en lugar de contestar se incorporó levemente y besó la sedosa bellota, su tibieza la sorprendió, tomó la estaca de las manos de él y con los delicados dedos de ella la sujetó, con su otra mano le agarró los huevos y los acunó en la palma. Ella nunca había hecho esto, pero sabía cómo se hacía. Una noche su marido borracho como una cuba, la había llevado a un cuarto donde la obligó a sentarse, mientras una puta lo tomaba por la boca. Ahora Víctor y José estaban mirando y ella era la puta. La impresionante sensación que esos pensamientos enviaron a través de ella estaban lejos de ser desagradables. La hacían temblar de lo inmorales que eran.
    
    La punta de su lengua exploró la sedosidad del casquete humedeciéndolo y probando su sabor. La orilla parecía ser especialmente sensitiva para Víctor, en el momento que la lengua lo rozó, él contuvo el aliento y su cuerpo tembló, ella lo mordisqueó con los labios y Víctor se meció de lado a lado impacientemente, llevó las manos a sujetarla por los cabellos y le dijo: "Tómalo en la boca muchacha, ahora. Chúpalo como lechón a la teta"
    
    Él se recostó de espaldas ...
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