1. Mi debilidad por las maduras


    Fecha: 05/05/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Hakan, Fuente: CuentoRelatos

    ... donde nos poníamos bailar, entonces allí bailamos ya con una mano entrelazada a la suya y la otra teniéndola por la espalda, la mano que tenía yo en la espalda de la señora trabajaba manteniendo pegados nuestros cuerpos, entonces decidí avanzar más.
    
    —Qué lindo es estar con Ud. señora, aquí bailando —esto se dije acercándome a su oído.
    
    —Nunca me imaginé mi hijo, que estaríamos bailando así ambos.
    
    —¿Y le gusta señora? —mientras le pegaba mi pene a su vientre.
    
    —Si.
    
    —¿Se siente bien señora? —mientras le frotaba mi pene por su vientre y le metía la pierna izquierda entre sus piernas.
    
    —Si mi hijo.
    
    —¿Si que señora? —Metí más mi pierna hasta que mi muslo frotaba su concha.
    
    —Si, se siente.
    
    —¿Se siente rico señora? —ahora le pase la lengua por el cuello, en ese momento se estremeció.
    
    —Ayyyy mi hijo, no me haga esto —mientras se aferraba con las uñas más a mi cuerpo.
    
    Entonces al sentir que la tenía en mis manos fui ya decididamente a besarle todo el cuello, se lo chupé con furia, ella ya estaba súper excitada.
    
    —mmmmm, que rico se siente mi hijo, ya está bueno, ayyyyy, déjeme que me vaya a mi cuarto, poooor favoooor.
    
    —vamos a su cuarto entonces señora.
    
    —No en mi cuarto no, allí no.
    
    La llevé de la mano adonde estábamos sentados y la senté sobre mis piernas, allí ella se acomodó y la seguí besando en el cuello mientras ella me repetía entre gemidos que eso no debíamos hacer, que era incorrecto, que yo era un chico, que dirían mis padres si nos ...
    ... descubrían, yo en parte para que no pusiera más repararos la besé en la boca, ella lo dudó pero un instante después abrió la boca para que nuestras lenguas se juntaran, mientras con mis manos desbrochaba los botones de su blusa, ella también me besaba el cuello, ya estaba tomando iniciativa, ya me lamía y me hacía sentir sus dientes, yo la liberé de su brasier dejando libres sus deliciosos pechos, no esperé que me diera permiso, solo me abalancé a ellos, mientras ella mordiendo su dedo índice ahogaba sus gemidos por temor a que nos escuche alguien, era la locura total, yo en la cocina de mi casa con la señora Silvia, chupándole las tetas, ¡qué increíble!, ella llevó su mano a mi paquete que ya desde hacía mucho rato estaba enorme, y luego de un "oh" asustado retiró la mano, yo me bajé el cierre, al mismo tiempo en que nos comíamos a besos, y liberé mi pene, cogí su mano y la conduje con algo de resistencia hacia mi pene.
    
    —No quiero mi hijo, no sea malo, usted me quiere coger.
    
    —Si señora, la quiero coger rico, pero quiero primero que agarre mi pene.
    
    Ella estaba al borde del trance, no tenía dominio sobre sí misma, lo tocó apenas y asustada retiró su mano.
    
    —¿Por qué no quiere agarrarlo señora?
    
    —No es que no quiera, lo siento demasiado grande —aun no lo había visto.
    
    —No es tan grande, está hecho a su medida señora —guie su rostro para que pudiera verlo.
    
    —Ayyyyy bebito, mi hijo, es muy grande, es inmenso, eso a mí no me entrará nunca.
    
    —Señora Silvia o sea ...
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