1. En la sauna... con alguien de la familia


    Fecha: 01/11/2017, Categorías: Sexo Oral Autor: nenesex, Fuente: CuentoRelatos

    ... gordo, de fuerte espalda y brazos, vello por todo el cuerpo, piel blanca y un poco más alto que yo.
    
    No sabía que hacer para averiguar si realmente era él o no, tampoco quería que me descubriese a mí allí, estaba muy nervioso pero a la vez esa situación me estaba poniendo a mil, descubrir que a mi hermano le molaban los tíos era una sensación muy morbosa.
    
    Me quedé inmóvil apoyado en la pared sin saber que hacer. Alguien se acercó, no sabía muy bien de quien era hasta que me habló. Era nada más y nada menos que mi hermano! Sin duda era él, reconocí su voz. Sin embargo él no me había reconocido, tal vez porque no dije ninguna palabra y porque estaba tan oscuro que no me conocía.
    
    La situación se fue calentando, mi hermano empezó a susurrarme al oído que qué hacía allí tan solo, que si estaba aburrido él me daba entretenimiento. No se si fueron sus palabras o que mientras me hablaba recorría con su mano mi espalda hasta mi culo agarrándomelo fuerte, la situación más excitante no podía ser.
    
    Acariciaba mi torso y tetillas mientras me besaba el cuello, yo seguía sin decir palabra, solo se me escaparon varios gemidos, algo que le debió de gustar mucho porque más intención ponía en seducirme. Me desató la toalla dejándola caer al suelo para poder acariciar mi verga dura como un tronco, pasó su mano desde mis huevos hasta descapullarme y empezar a pajearme. Al rato y viendo que yo le empezaba a seguir el rollo, cogió mi mano y posandosela en su abdomen la arrastró hasta ...
    ... su entrepierna, noté su fuerte vello del pubis, coló mi mano por debajo de la toalla hasta que alcancé su pollón todavía algo morcillote. Mediría unos 17 cm más o menos, no dude en palparlo bien, después de tantos años viendo aquella polla por fin la tenía en mis manos, y empecé a recrearme por todo su tronco, sobando sus huevos cubiertos de vello y sintiendo como empezaba a salir líquido preseminal de su puntita. No aguantaba más, quería tener esa polla en mi boca ya, quería saborear cada centímetro de carne. Me arrodillé delante de mi hermano, le quité la toalla, quedando su polla a pocos centímetros de mi cara, sentía su olor, agarré sus huevos con una mano y con la otra empecé a pajearlo, todavía no había alcanzado su tamaño completo, pero pronto lo haría. Posé su glande ardiendo en mi lengua, y con mucha delicadeza fui ensalivando su capullo, una vez bien ensalivada, me fui engullendo la polla de mi hermano, cuanto más honda me la metía más gorda se ponía. Ya si estaba empalmado del todo, su polla era de unos 20 cm. Me agarraba de la cabeza empujándome cada vez más rápido para que me tragase más profundo su vergón, yo me ayudaba agarrándolo de su culo duro y velludo, sus huevos revoloteaban chocando con mi barbilla, en mis labios notaba su duro mástil lleno de venas, y en el fondo de mi boca sentía su capullo palpitante a punto de explotar al ritmo que íbamos.
    
    Como la chupas nene, me decía entre gemidos, dándome un momento para respirar antes de volver a engullir su ...
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