1. En la sauna... con alguien de la familia


    Fecha: 01/11/2017, Categorías: Sexo Oral Autor: nenesex, Fuente: CuentoRelatos

    ... herramienta y hundir mi nariz en su vello púbico. Noté como alguien se apoyaba en mi hombro, otro tío se unió a la fiesta, me agarró uno de mis brazos y lo guió hasta su polla empalmada. Yo seguía mamando el juguete de mi hermano mientras empecé a pajear a aquel extraño que se acercó. Su polla no era tan grande como la de mi hermano pero el verme rodeado de pollas me excitaba mucho.
    
    La nueva compañía no debió de gustarle a mi hermano, ya que me levanto del suelo y nos retiramos. El miedo se apoderó de mi. Íbamos a salir de la habitación y me iba a descubrir. No se cual sería su reacción. Me arme de valor y salimos, necesitaba saber que pensaba de aquello, que iba a ser de nosotros. Él salió delante yo detrás, una vez en el pasillo le hablé para que se girase. Pablo, le dije, se giró y con cara de estupefacción me preguntó que qué estaba pasando. Yo respondí, le dije que lo había conocido cuando entró, pero no le dije nada por miedo y por el morbo que me causaba. Le confesé que me ponía muchísimo el hecho de tener algo con mi hermano. Ahora era a él a quien no le salían las palabras. Allí estábamos los dos, en mitad del pasillo con nuestras pollas aún duras de la excitación mirándonos el uno al otro. Pasaron unos segundos cuando Pablo rompió aquel silencio tan incómodo. Se acercó hasta mí y agarrándome de las manos con una sonrisa en su rostro me dijo, que se alegraba muchísimo de que se hubiera topado conmigo en aquel lugar, que hace mucho tiempo que fantaseaba conmigo y ...
    ... mi cuerpo, y que cada vez que podía me espiaba en el baño de casa.
    
    Se abrazó a mi uniendo nuestros cuerpos y besándonos con cierta pasión. Nuestras pollas se entrelazaban, Pablo me cogía el culo y me empujaba contra él.
    
    Seguíamos en el pasillo de la sauna, ambos con ganas de más, nuestros cuerpos hablaban por si solos, Pablo que no despegaba su mano de mi culito y yo seguía con más ganas de su rabo, ahora que lo había visto a la luz más me gustaba, era una polla perfecta con una leve desviación a la derecha que aún la hacía más apetecible. Decidimos meternos en unas de las cabinas, no nos molestaría nadie. Allí solo había una camilla no muy grande. Mi hermano me pidió que me diera una vuelta delante de él, quería contemplarme bien, ahora tenía ocasión de verme tranquilamente. Él se apoyó en la pared agarrando su polla de la base y empezó a menearla, yo ya sabía lo que tenía que hacer. Me incliné sobre su polla y se la volví a comer, esta vez con más delicadeza, quería que Pablo aguantase, y además que encantaba recrearme en cada lamida que le daba a su rabo. Así aguantamos un rato, después Pablo me separó y me dijo que me inclinase sobre la camilla, y así lo hice. Él se agachó frente a mi culo y empezó a sobarlo, me daba algún que otro cachete. Me agarró las nalgas y las abrió ayudándose de sus manos, noté algo húmedo buscando mi agujerito. Allí estaba mi hermano comiéndome el culo y jugando con su lengua en mi ano. Ya lo tenía más que lubricado cuando noté que hundía un ...
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