1. En la sauna... con alguien de la familia


    Fecha: 01/11/2017, Categorías: Sexo Oral Autor: nenesex, Fuente: CuentoRelatos

    ... observando por un instante aquella escena, me empecé a excitar con aquello, cuando alguien me agarro del culo, un hombre de unos 30 años bastante definido y muy velludo me invito a ir con el a un reservado, cosa que rechace quería indagar un poco más por la sauna. Abandone aquella habitación pasando a lo que era una especie de cine donde estaban emitiendo películas porno gay, me detuve en aquella sala, me puse cómodo para contemplar la peli, que iba de varios tíos muy varoniles reventándose el culo, mi polla se iba animando, la sobaba por encima de la toalla. Otro chico entró a la sala y se sentó justo a mi lado, era delgado y bastante normalito, podía notar como no le quitaba ojo a mi entrepierna mientras él hacia lo mismo que yo, sobarse su polla. No tardó mucho en poner su mano en mi rodilla y acariciar mi muslo por debajo de la toalla, yo me estaba dejando llevar, la situación me daba mucho morbo. El chico llegó hasta mi polla, todavía morcillona, la agarró y empezó leves movimientos. Yo le correspondí a él de la misma manera, la aparté la toalla de su entrepierna dejando al aire su polla dura. No debía de medir mas de 16 cm, era muy normalita. Ambos nos estábamos pajeando cada vez más animados y entre gemidos hasta que otro chico se unió a nosotros, este si estaba algo más bueno, se veía que iba al gym, pectorales marcados y brazos fuertes. Se paró ante nosotros y se quito la toalla descubriendo una polla flácida pero que ya prometía ser grande. El otro chico no deparó ...
    ... en agarrar rápidamente aquel trozo de carne colgante, mientras que el otro chico agarrándolo de la cabeza lo guió hasta su entrepierna con la intención que le mamase la polla, y así lo hizo.
    
    Llegó el momento de marcharme de aquella escena, atrás dejaba a estos dos chicos disfrutando entre ellos. Todavía no había encontrado nada que me llamase la atención verdaderamente. Seguí caminando por un largo pasillo con muchas puertas a ambos lados, por los ruidos intuí que se trataban de las cabinas. Al final del pasillo la luz iba disminuyendo, una puerta tapada con cortinas daba acceso al cuarto oscuro, apenas se veía nada, pero por las siluetas que se percibían allí era donde se concentraban la mayoría de tíos. Pasé y me coloqué a un lado, apenas llevaba unos segundos y ya varios tíos pasaban por mi lado rozando mi entrepierna y culo.
    
    Algo llamó mi atención, al poco de yo entrar en aquella sala, alguien quien me resultaba familiar, descorrió la cortina y con la poca luz que entraba pude identificar a mi hermano. Mi corazón se paralizó en aquel instante, no daba crédito, me debía de estar equivocando de persona. Yo tenía a mi hermano por un tío bastante hetero y triunfador con las chicas. Tengo que reconocer que siempre me había llamado la atención, quizás por haberlo visto tantas veces desnudo por casa era el tipo de chico que me molaba. Tenía 26 años, se estaba preparando para ser profesor de educación física, no era el típico chico de gimnasio, su cuerpo era grueso pero no ...
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