la incomodidad III - Relatos Eróticos

la incomodidad III

... encharco de inmediato me cabree al saber que el padre podría mirar, pero no pasó nada, ella me repitió al oído mi dulce niña, relájate y se volvió a hincar a la izquierda del padre, y yo a la derecha – padre ya podemos orar con mas libertad dijo ella - alabado sea hija yo estaba a la expectativa de todo, la hna. Alzo su rostro hacia el techo cerrando los ojos y suspirando profunda y lánguidamente, me eche un poco atrás imperceptiblemente para ver qué pasaba y oh el sacerdote tenía metida la mano por debajo del hábito de la hna. Y le estaba masajeando el trasero volví a tomar mi posición nerviosamente pero ya mi puchita me palpitaba, la incomodidad que embargaba mi cuerpo se intensifico mas y mas, aun cuando vi que había algo que estaba levantando la sotana del cura a la altura de sus ingles mi nerviosismo no era de miedo sino de expectación, él sin soltar las nalgas de la hna. Alargo su mano izquierda hacia mi poniéndola en la parte de atrás de mi muslo derecho propiamente donde terminaba mi vestidito, no sabía si salir huyendo o desnudarme totalmente, mi corazón parecía salírseme del pecho después fue subiendo su mano sobre mi muslo, cerré los ojos para disfrutar la caricia cuando su mano llego a mis pompis este las masajeo magistralmente arrancándome suspiritos de placer sentí como un dedo buscaba el borde de mi calzón para después seguir buscando el canal que formaban mis nalgas, buscó mi orifico anal y wau que rico sentía esos dedos largotes y de piel suavecita moverse ...

... en medio de mi raja trasera queriendo entrar uno en mi virginal recto cuando abrí los ojos vi como la hna. Gertrudis se despojaba de su hábito no andaba nada bajo él pero (que clase de cuerpo el que tenía la hna. Tulita) era de piel aceitunada unos pechos grandes y firmes mirando al frente desafiando la gravedad una cintura estrecha que descansan en unas caderas anchas sin ser exageradas parecía una guitarra fina, unas nalgas abultadas redonditas lisitas y con una separación muy sugestiva entre ellas, la cara así sin maquillaje era igual de bella, era un bocatto di cardinale. Ahora la mano del cura estaba sobre el rasurado sexo de la hna. Miraba como movía la mano izquierda y sentía como su mano derecha quería introducir un dedo dentro de mi ansioso anito sin dejar de mirar al frente, al vacío. se levantó la hna. Para despojar al cura de su sotana y de un solo movimiento se la quito y fuassss pa`su mecha una descomunal verga bien parada negra y brillante como queriendo ver al cielo quedo apuntando a la tulita y un latigazo del interior de mi cuerpo hizo que se me escapara un hilito de líquido ligeramente espeso de mi chocho, que agarro una temperatura volcánica, los pezones de mis pechitos me dolían estaban inflamados me palpitaban, la hna. Se acerco y por encima del vestido me acaricio los pezoooonnenneess ay que rico ay que alivio uuuhhhmmm - ¿estas nerviosa? – nop – Hna. – te siento un poco tensa – Zoraida – son muchas sensaciones – Hna. – solo relájate – Zoraida – hna. ...