1. No es que le gustara la verga... #1


    Fecha: 31/03/2021, Categorías: Tabú Voyerismo Primera Vez Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    ... m*****a Marisela.El chico asintió sonrojándose.—Pero yo sé que usted no es eso —dijo, atándose los cordones de sus tenis.Cuando estuvo sola, Marisela lloró. Ya no había nada que hacer. Todo sería inútil. El escándalo destrozaría su matrimonio, su vida. A estas alturas ya todo mundo sabría de suaffaire.Y en ese momento se decidió. Inmediatamente salió de casa dispuesta a encararlo.Roberto, aquel moreno macho que le brindara placer tantas ocasiones, semana tras semana, la recibió sorprendido, pues ese día no habían quedado de verse. Pero la sorpresa fue mayor cuando ella, mediante su celular, le mostró el video y le reclamó:—¡Explícame esto!—Oye, no es lo que crees... —dijo el que tantas veces la penetró de las maneras más diversas.—¡¿Qué?! Que me grabaste sin mi permiso. Que lo subiste a internet. ¡¿Qué intentabas hacer?! ¿Chantajearme? ¿Meterme en un escándalo? ¡¿Eh?¡ ¿Para qué? ¡¿Qué ganas tú con eso?¡ ¡¿Qué ganas tú con eso?¡ —y se soltó a llorar al mismo tiempo que golpeaba a su antiguo amante en el pecho.—Tranquilízate, escúchame. Como tú dices, ¿qué ganaría yo? Piénsalo. Mira amor, no es nada de lo que te estás imaginando. Déjame explicarte —dijo Roberto, con ánimo de tranquilizarla—. Hace tiempo, antes de que nos conociéramos, me contactó tu esposo.Ella quedó pasmada al oírlo decir eso.Y así Roberto le contó la verdad:“Pues ciertamente es una mujer atractiva”, le expresé con honestidad a tu marido, la primera vez que te vi en una foto tuya que él me mostró. Y créeme, ...
    ... se lo dije con sinceridad.Por supuesto debía conocerte para saber a quién le brindaría mis servicios.—¿Tus servicios? —preguntó Marisela.Sí, mira, no sólo soy instructor en el gimnasio.“Entonces, ¿está dispuesto? ¿Quiere que lo haga?”, tuve que decirle a tu esposo pues él aun dudaba.Mari, tienes que entender que para él no fue una decisión fácil. Cuando me miró, sin darme una respuesta, todavía callado, sin decir nada, noté que sus ojos se le comenzaban a tornar húmedos. Supuse que se echaría para atrás, es más, estaba seguro. Después de todo, yo como hombre lo entiendo, una cosa así no es fácil, sin embargo:“Sí, hágalo”, muy a su pesar me contestó.Y en seguida me dio el anticipo acordado.Dada su disposición, desde el día siguiente te comencé a cortejar. Me lancé tras de ti como cualquier hombre verdaderamente interesado, mostrándote los mejores aspectos de mi persona.—¿Pero de qué estás hablando? —inquirió Marisela.—Mari, tu esposo es impotente. Me pagó para que te brindara el placer que él ya no puede otorgarte.La Maestra no lo podía creer. Aquella era una cosa absurda.No obstante, hacía varios meses atrás:—Para serle honesto, su esposa se resistió. Me alegó ser casada. Yo, sin embargo, no desistí. Me le metí como dolor de estómago; como solía decir mi abuela —expuso Roberto, chanceando al final, como para tratar de aligerar el momento.—Así que, ¿ya...? —dijo el esposo de la maestra, con mucho pesar, no obstante.—Todo está en el video —contesto Roberto, ya en un tono formal, ...
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