1. Un romance extraño


    Fecha: 23/02/2021, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... comprender, era una cosa de lo más normal, si por normal entendemos alguna que otra extravagancia, pues según el ilustrado varón, eso, lo que su amigo pretendía, no es que se diera todos los días, que, francamente, no, pero sí que está previsto en las Leyes, lo mismo las de Dios que las de los hombres, llamándose “Matrimonio por poderes”. En fin, que, aunque fuera él quien dijera el “Sí” ante el cura y el que firmara en el registro parroquial y en el Registro civil, quién verdaderamente se casaba con es “prójima” era el Paco, y no él, que simplemente actuaba en representación de su amigo.
    
    En fin, que ya un tanto tranquilo, medio aclaradas ya sus dudas, preguntó a su instructor en cosas para él, más bien, incomprensibles, que qué era lo que debería él hacer ante tal circunstancia, a lo que su enseñador dijo
    
    —Pues mira, Celestino, lo más lógico es que te pongas en contacto, primero con la chica y después del gestor que lleve el asunto del matrimonio por poderes. (Y le sacó, primero la foto de una mujer, la novia, con un teléfono al dorso, luego un papelito con una dirección) Esta es la chica y aquí tienes su teléfono, y esta la dirección del gestor.
    
    Y dicho y hecho por el bueno del Celestino, que, para el mismísimo día siguiente, o, mejor, tarde siguiente, concertó cita con la muchacha, pues por la mañana iría a ver al gestor administrativo. Este gestor, don Obdulio Contreras, resultó ser un individuo la mar de curioso, pues, al momento, y por su incansable verborrea, ...
    ... le pareció charlatán de feria, especializado en embaucar incautos, lo que enseguida le puso en guardia ante tal gestor, agravada esa impresión por un ambiente de tremenda inseguridad que en tal despacho se apreciaba a simple vista, al no funcionarle ni la luz ni el teléfono, cortados ambos servicios por las correspondientes compañías, pero todo debido a los fallos bancarios, tan corrientes, a decir del bueno de don Obdulio; pero es que, a ello se unía una falta de mobiliario en ese despacho de tente y no te menees, pues todo él se reducía a la mesa en que estaban y las correspondientes sillas en que se sentaban, que no sillones o simples butacas. En fin, que, por finales, el “maromo” de don Obdulio le sacó diez mil pesetazas que del alma le salieron al Celestino, y, ya en la tarde, se entrevistó con Raquel, la “novia”, en una céntrica cafetería madrileña.
    
    La verdad, es que la muchacha le pareció la mar de linda; vamos, una mujer que quitaba el hipo al tío más pintado, por lo que rezongó para sus adentros al sentarse frente a ella, en la mesa que ya la chica ocupara al entrar él en el establecimiento: “Pero qué suertudo el gilipollas del Paco, “ligarse” semejante tía”. Y es que, la Raquel, era guapa de verdad y con un cuerpazo… Vamos, que lo estaba viendo y n acababa de creerse que un tipo como el Paco, que amén de ser más tonto, más “gilipuertas” que el que asó la manteca, a ver qué tal sabía asada, era, para remediarlo, más bruto que un “arao”; o, mejor, que el mulo que ...
«1234...12»