1. Hetor, el esposo de mi prima.


    Fecha: 19/02/2021, Categorías: Gays Autor: manizaleñogay, Fuente: SexoSinTabues

    ... que por la apertura entre sus piernas dejaba un bulto exquisito que hacia volar mi imaginación y que apenas estaba a unos cuantos centímetros de mi mano. Una vez concluyo en el computador, separo sus ojos de la pantalla y volteo a mirarme, me sonrío de una manera gentil, y me comento: “Ya es todo suyo, ojalá le rinda. Sí necesita algo me dice, estaré en la habitación”, a lo cual asentí con un movimiento de mi cabeza, dándole paso para que se marchará a su habitación en el segundo piso. De ahí me cambie a la silla en donde segundos antes había estado sentado aquel enorme cuerpo que tanto despertaba mi curiosidad, sin más ni más me coloque a trabajar y dos horas más tardes concluí. Al finalizar mis labores y aprovechando la impresora, me percate que tenía muchas ganas de orinar, así que procedí a pararme de aquel asiento de ruedas y me dirigí al baño, mientras iba por el pasillo de primer piso, un pensamiento llego a mí como relámpago y en forma de instinto, recordé las repetidas ocasiones que me encontré preguntándome por el tamaño del miembro de Hector y las veces que introduje mis dedos en mi ano imaginándome que era su verga abriéndose paso por mi culo. Pensamientos que detuvieron mis ganas de orinar convirtiendo esta última en una erección que a leguas se notaba entre mis pantalones. Erección que me llevo al baño del segundo piso con la excusa de buscar algo para divertirme. Sin embargo, mientras me dirigía al segundo piso, vino a mí cuestionamiento que se basaban en que ...
    ... sería una locura disponerme a hacer algo con el esposo de mi prima. Al llegar al baño esta pregunta seguía rondando mi cabeza y mientras trataba de apuntar mi pene para orinar durante la erección, mi cuerpo se dividida entre sentimientos de excitación y miedo. Pese a esto, mientas estaba en el baño, la parte más oscura de mí me convenció que nada iba a pasar sí sólo iba en busca de ver su pene, y una vez visto me retiraría de la habitación, así que una vez desde esta postura, salgo del baño y me dispongo a pasar enfrente de la habitación a ver si lograba visualizar algo desde la puerta. Al pararme enfrente de la puerta oigo pequeños y silenciosos ronquidos, que aceleran mi pulso, abro la puerta lentamente y me encuentro con la imagen de este hombre reposado sobre su cama, sin camisa, con la misma pantaloneta blanca de futbolista que horas anteriores le ayudaban a demarcar su bulto y completamente dormido. Al ver esta imagen, me doy cuenta que estoy completamente desinhibido y que daría cualquier cosa para ver ese pene que durante años había despertado mi curiosidad. Desde la puerta como acto de seguridad lo llamo en voz baja: "Hector, pss, Hector". Con el único motivo de prever cualquier estado de alerta que fuera en contra de mis planes, mientras estas palabras salía de mi boca, pensaba qué sí Hector despertará, me despediría como sí ese fuese el motivo de mi presencia en su habitación y no cualquier excusa para devorarme con los ojos su bulto que me llamaba a gritos. Al ver ...
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