1. Hetor, el esposo de mi prima.


    Fecha: 19/02/2021, Categorías: Gays Autor: manizaleñogay, Fuente: SexoSinTabues

    ... me dispuse a saborear aquel delicioso olor que emanaba de tan delicioso pene. Introduje todo el cuerpo de aquel pene a mi boca y comencé a succionar muy suave pero con mucho deseo. Bajaba aquel prepucio con mi labios y jugaba con mi lengua paseándola de un lado a otra por aquella cabeza que sabía a gloría. Mi ritmo comenzó a acelerarse, y mi único objetivo en ese momento era probar la leche que había creado a mis primitos. Para este entonces yo ya estaba consumido por el deseo, y no me percate, que en medio de tanto placer que lo proporcionaba a aquella verga su dueño, Hector, recobraba el sentido y despertaba de lo que el creía era un sueño muy caliente. Mientras cerraba los ojos para disfrutar de aquella verga, siento un par de manos que se colocaban sobre mis hombre y de una forma brusca me empujaban fuera de aquella hermosa verga que palpitaba y emanaba algunas gotas de presemen, mientras me alejo algo aturdido, me doy cuenta que Hector ha despertado y que es él quien me empuja, recogiendo su cuerpo contra el espaldar de la cama y gritando. “¡Qué mierda está haciendo!” – Pálido y muerto del susto- mi excitación desciende a pique, y lo único que veo ante mis ojos son los rostros acusadores de todos los miembros de mi familia, recriminándome por este hecho aberrante. Sintiendo un profundo pánico que se apodera de mi cuerpo, lo único que logro suscitar es “Hector, discúlpeme por favor. ” Mientras me levanto despavorido de la cama, y me coloco de pie junto enseguida de la ...
    ... puerta, como queriendo salir de allí y jamás encontrarme de nuevo con este hombre ni mi prima. Acto seguido veo la cara de Hector, que más de enojado es de espanto y me dice: “Julian parce, cómo se le ocurre hacer esto”. A lo cual yo contesto con la voz entre cortada: “Discúlpeme Hector, de verdad no sabía qué hacía, discúlpeme”. Él se levanta de la cama, con una preocupación infinita, echa su cabeza para atrás colocando sus manos sobre su rostro, y dice: “Cómo le voy a decir esto a su prima”, a lo cual yo casi con lágrimas en los ojos le respondo infracto: “No por favor, no le diga nada a Viviana (mi prima)”. Hector: ¿Cómo no se lo voy a decir?, ¿por qué estaba haciendo eso? Yo: No se lo diga por favor, olvidemos esto. Es mi culpa lo sé, pero no le diga a Viviana. H: Respóndame, ¿por qué lo hizo?, me dice Hector, mientras sube el volumen de la voz, y mueve sus manos de una forma agresiva. Y: No sé, no sé. ¡Perdóneme! H: ¿Qué por qué hizo esto hijodeputa?, me pregunta de una forma más grosera y gritándome en la cara, mientras me coge por el cuello muy fuerte, casi queriéndome romper. Y: No sé, se lo juro, no sé. H: No le creo. Me responde, mientras aprieta más mi cuello, lo cual del dolor y del miedo me hace derramar un par de lágrimas. En ese momento, como respuesta al profundo pánico que estaba sintiendo, lo único que halló para salvarme de esta situación es ser lo más sincero que puedo. De esta forma le respondo. Y: Es que quería, quería conocerle el pene. H: ¿Qué?, ¿Por ...
«1...345...9»