1. Manuelita. Una madura inolvidable


    Fecha: 09/02/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    ... agregó: - Si van a hacer
    
    algo dejen todo en orden, ¿OK?, me hizo un guiño.
    
    —¡Vení!, vamos al fondo, en la oficina del patrón estaremos más cómodos, nunca viene nadie.
    
    En la oficina me sentí un poco de miedo escénico, mi primer protagónico, me entendió, de la
    
    mano me llevó al amplio sillón de cuero marrón. En él, rozando las piernas, nos fuimos “conociendo”, toda delicadeza, todo calculado para que entre en confianza, con sutileza y habilidad sabe de qué modo enseñar sin que se note, cómo y por dónde comenzar a recorrerla.
    
    La primera lección, besos. Besaba con sensual maestría, me dejó sin saliva, su lengua me llega al alma; lentamente me desnudó, la verga al re palo saltó como resorte, en plenitud, con auténtica sorpresa dijo:
    
    —¡Qué aparato!, habrás hecho gritar a más de una pendeja…
    
    —No.… bueno solo lo hice dos veces con una mujer de... vos sabes... esos lugares...
    
    —No te achiques, con este socotroco tan gordo, podés hacerte a la mejor mina.
    
    Conocí “la Manuelita”, me hizo una paja de antología, sabe llevarme al cielo, pero controlar de no gastar la pólvora tan pronto, alternó la mano con su boca pródiga en atenciones, me lleva al súmmum de la excitación, entiende mis tiempos, con la cabeza me da señal de luz verde para el final feliz.
    
    —Me voy, me voy, ¡ah, ah!... – urgente eyaculación, con la potencia del deseo acumulado.
    
    Me sacó todo, quedé emocionado y temblando por la intensa eyaculada. Me disculpé por ser tan rápido.
    
    —Está todo bien, ...
    ... el próximo vas a durar más, ya vas a ver.
    
    Se desnudó, despacio, para hacerme gozar con cada pétalo que caía, los pechos libres eran palomas buscando asilo, sin el bikini, el vello negro cubría la tentación, brillando, el interior brillante, húmeda, abierta toda para mí, me invita a probarla con la boca.
    
    Me pegué a su vientre besando la piel perfumada de mujer, la cabeza contra ella, bajándome hasta el pubis, guía con sutileza y maestría, sabiendo que debía aprender. Recostada, mi boca besando la roja y abierta herida del amor, comiendo esa breva sabrosa, perfumada de sexo, llenándome la boca con su esencia femenina. Disfruta, goza ser la iniciadora de un pendejo que se está comiendo su primera concha.
    
    El novel amante le arrancó un orgasmo fantástico, diría más tarde. Acabó en mi boca, chupado a esa boca peludita, aprendí a disfruta el orgasmo de la mujer como propio, siguió la tarea docente, encima de ella, un cojín bajo su cadera, exponiendo su sexo pleno de jugos, abriendo los labios me llevó con su mando al interior, enseñaba todo sin hacerse notar, sin órdenes, insinuado, pronto estuve a tope, me fue llevando al cadencioso metisaca, marcando el ritmo con sus caderas, la batuta removía su interior haciéndole doler, un poco por torpe, otro poco por el tamaño que halagaba en cada quejido.
    
    Chapoteando en el jugoso y caliente interior me hizo llegar, la inminencia marcada en mis movidas, me impulsó a que terminara dentro, quería sentir mi primer polvo de verdad, ...