Mi segundo negro - Relatos Eróticos

Mi segundo negro

... echando un vistazo a los alrededores y buuuuummmmm, se volvió sobre mi, y me dijo esto aun no termina baby, con esa voy de rasposa y en un español mocho agringado, me arrojo al piso de la lancha tal como se abienta un bulto o costal de papas al piso, mientras trate de darme cuenta de lo que pasaba, ya lo tenia montado sobre mi, poniendo su vergota entre mis senos, y mmmmmmmmmmmmmmmmmmm me encanta hacer eso, a los hombres se que les gusta hacerlo, masturbarse con los senos de una chica, y así lo hizo, me tomo de mis senos fuertemente y se apretaba su vergota, mientras el se movía intensamente, mmmmmmm, les juro que la puta de su pene salía de entre mis senos y me quedaba muy cerca de mi boca así que en cada arremetida lamía, besaba y mordía esa cabezota, mmm me tenia loca, quería probar ese semen, me encanta probarlo, y este de negro delincuente debería de ser súper rico, y así fue, buuuummmmm, semejante chorro me entro en la boca, que por instinto me moví y me llego a la nariz, frente y ceja, mmmmm que bañada de semen me puso, o mejor dicho en lenguaje de los hombres o bastante naco, pero me parece muy ...

... excitante la palabra, que bañada de mecos me puso ese maldito negro, mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm, comí lo que pude y lo demás simplemente se escurrió, ufffffff, no podía mas, estaba agotada, súper sudada, embarrada, lastimada, sangrada, no soportaba mas. Así que le dije, llévame a la casa de mía amigas por favor, a lo que el solo se acerco a una orilla bastante lejos de la casa de mis amigas y me dijo, hasta aquí llego esto, nos vemos baby, y se fue caminando adentrándose al pueblo por la primer calle, pero que es eso, me dejo tirada en la orilla de la playa de la laguna, y no tenia idea de cómo llegar a la casa de mis amigas, maldita sea negro cabron, y peor aun, cuando me quise vestir, me di cuenta de que no estaba mi ropa, pinche negro cabron, la tiro cuando estábamos dentro de la laguna y al yo estar casi inconsciente cuando me cojia ni me di cuenta cuando la tiro, me dejo desnuda y sin ninguna orientación de cómo llegar a la casa.

Eso si fue lo que remato una noche de humillación y de convertirme en una gran puta como me encanta, me fascino ese trato y esa forma de rematar su acción, maldito me volvió loca.