1. Nueve folladas en Querétaro


    Fecha: 08/01/2021, Categorías: Hetero Autor: sexotica, Fuente: RelatosEróticos

    ... intercambiaba, sonreía y mis ojos brillaban, él a lo único que hizo alusión fue a que Rosa se iba esa misma tarde, abandonaría el cuarto a las 12. Y bueno me pidió que le hiciéramos como Rosa y él, compartir la habitación para economizar en mis gastos, usaría la misma cama que dejaría ella.
    
    Me enfadó Rosa y lo mostré, él hombre sensual pago mi desayuno, insistieron en esperarme para que tomara mis cosas, les dije que no y que se fueran, Rosa me dijo que si nos veíamos para comer juntos, que nos buscáramos a la salida y les dije sí. Lo único que quería era recobrar lo que había perdido, mi espacio, mi libertad.
    
    La conferencia estaba bastante aburrida, así que la imaginación empezó a volar, tome la decisión de vengarme. Sin decirle nada fui al hotel, recogí mis cosas y las cambie a su cuarto, regresé a las conferencias y se dieron las dos, la hora de la comida, -ya no sabía qué hacer-, empezaban las dudas, pero ya estaban ahí parados junto a la puerta esperándome, -como me escapo-, pero sobre todo como me escapo de ella. Caminamos al comedero que yo ya tenía identificado, fue una comida fatal, -Rosa es una ignorante total-.
    
    En la comida ya fui menos soberbia con Rosa, estaba en la mesa de al lado un camarógrafo -quien por cierto le desagradaba mucho a Ans-, intercambiaba palabras con él. Nuevamente pagó mi consumo, recogimos las constancias. Nos compró unos helados y caminamos al hotel, ahí fue cuando se acercó a mí y me preguntó que había pensado, -mis cosas están ...
    ... en tu habitación-. Fin de la plática, Rosa ya estaba de nuevo cerca de nosotros.
    
    Rosa recogió sus pertenencias, yo me recosté un rato, me tape con la gabardina, él estaba parado en el arco de la puerta y ahí se quedó, se acercaban las cuatro y sugerí que Rosa se llevara de una vez sus cosas para que ya no anduviera dando vueltas y aprovechara la presencia de un hombre, Ansberto le ayudara.
    
    Nuevamente no los acompañé, me desagradaba que me vieran caminando con Rosa, la soberbia me ganaba, era ella una naquita, sola me sentía mejor. Ans también la dejó, pudo darse cuenta que la rechazaba. La busqué en el Teatro y me despedí de ella. Transcurrió la fatal y última conferencia, el dolor de cabeza se apoderó de mí. Terminó la sesión, nuevamente la puerta, ahí estaba, ahora solo, como mi irrenunciable camino, tenía dolor de cabeza. Caminamos al hotel, intercambiamos pocas palabras, trataba de disculparse por Rosa, por él, por todo, creo que pensaba que yo le iba a salir con una tontería.
    
    Cuando el Congreso terminó
    
    Llegamos al cuarto, (6:00) se abalanzó sobre mí, los besos, las manos -y bueno para eso estaba ahí-, bajo mi pantalón, bajó mi tanga, bajo su pantalón y me penetró, sentí su pene muy grueso que me llenaba toda pero le dije que no, sin condón nada y me dolía la cabeza. Salió, mientras tanto me recosté y rocié perfume en la habitación. Regreso más rápido de lo que esperaba, aun vestida intentaba dormir.
    
    Pensé que podría dominarlo, pero no fue así. Nuevamente ...
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