1. Hidden Club


    Fecha: 02/01/2021, Categorías: Intercambios Autor: VeroYDany, Fuente: SexoSinTabues

    ... unos minutos más tarde no nos habríais encontrado, porque nosotros también hemos decidido marcharnos —expliqué, por decir algo. —Yo soy Aaron —dijo él, adelantándose y tendiéndome la mano—. Y esta preciosidad, —acarició el rostro de la mujer de piel oscura—. es Noemí, mi esposa. Mientras estrechaba la mano del hombre, su mujer se acercó a mí y me plantó dos besos en las mejillas. —Encantado de conoceros —afirmé, con la voz poco segura debido al hecho de que los pezones erectos de Noemí permanecían acariciando mi pecho—. Yo soy Dany, y ella es Marta. Hubo intercambio de besos en las mejillas entre las chicas desnudas primero, en una estampa de lo más sensual. Luego el otro varón salió de su inmovilidad, acercándose a Marta para rozarla con los labios peligrosamente cerca de la comisura de la boca. —Os dejamos para que os sequéis —dijo Noemí—. Vamos al vestuario… Cuando se dio la vuelta, pude admirar una parte de su anatomía que aún no había contemplado: sus nalgas redonditas. Y cuando comenzó a andar, me recreé con la visión del contoneo de sus glúteos. Me volví en dirección a Marta: se tapaba la boca con una mano, y aunque con las mejillas encarnadas, sonreía. —Creo que has ligado —dije en un susurro cerca de su oído—. El tío no te quitaba la vista de encima… en realidad, más bien debería decir “de abajo”. —Si a eso vamos, los ojos de la niña no se apartaban de… eso —me rozó juguetonamente con la mano el pene. —Pues no sé qué ha visto en él… —repliqué—. Lo que tiene en casa ...
    ... me ha dejado acomplejado. ¿Quizá que el mío es blanco? —¡Jajajaja! ¡Te has fijado! Se me ocurrió en aquel momento que apenas dos horas antes éramos dos buenos amigos, sin más. Y en ese intervalo de tiempo, no solo habíamos follado, sino que además, nuestro trato había cambiado de una forma que nunca me habría atrevido a imaginar. —Tiemble después de haber reído —advertí mientras le frotaba la espalda con la toalla—. ¿Qué haremos si nos proponen que les acompañemos a uno de los “folladeros”? —No sé tú. Yo de ninguna manera me prestaría a dar el espectáculo ante esa gente. ¿Salimos? «Ha dicho me “prestaría a dar el espectáculo”, —pensé—, cuando lo lógico habría sido algo como “no follaría con un extraño”, o quizá “contigo me he dejado llevar por las circunstancias, pero no pienso dar el paso… con ellos». Me encogí de hombros, y la seguí. En el vestuario, Aaron remetía la camisa por la cintura de sus pantalones, mientras Noemí abrochaba muy despacio los botones de su blusa blanca con encaje en la pechera, única prenda que llevaba encima. Me pareció raro utilizar una de las cabinas, por lo que abrí nuestra taquilla, y comencé a vestirme a la vista de la otra pareja. Marta dudó, pero finalmente se encogió ligeramente de hombros, y deslizó su vestido por el cuerpo. Después, con la vista baja, se puso las bragas. Y Aarón no se estaba perdiendo ripio. —¿Me subes la cremallera? —pidió, recogiéndose el pelo en la nuca. Noemí estaba introduciendo los pies en una falda corta con volantes. ...