1. Tocatta a cuatro manos


    Fecha: 25/12/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: wivesseeker, Fuente: RelatosEróticos

    ... con las pierna abiertas.
    
    Hacía más de un año desde la última vez que realizamos un trío y no habíamos tocado el tema. Yo había cumplido mis fantasías (tríos HMH, MHM y un intercambio swinger, así que había dejado el tema de lado, pero por lo visto ella no).
    
    Nuestro amigo repasaba una y otra vez la vagina de mi mujer de arriba abajo, introducía su lengua, apretaba y mordisqueaba su clítoris, succionaba y daba pequeños jalones a los labios vaginales mientras manoseaba las nalgas y muslos de mi mujer, lo que ella disfrutaba y agradecía con la boca llena de mi miembro al grado de sentirse tan excitada que no le importó que me corriera dentro de ella, lo que no es muy común que acepte. Yo disfrutaba de la mamada y de la escena completa y apretaba y magreaba sus tetazas agachándome en algunas ocasiones a lamérselas. Siempre he disfrutado imaginar, ver y compartir a mi esposa con otro hombre. Su rostro al estar siendo dominada se transforma al de una puta de película porno que enciende cada vez más la pasión de quienes estamos con ella en el momento.
    
    Una vez que volvió a estremecerse con su segundo orgasmo, se mantuvo recostada, me miró como pidiendo mi aprobación, yo asentí y ella se incorporó, tomó de la cara a nuestro amigo y lo puso de pie. Aún sentada en el escritorio se inclinó para mamarlo de nuevo sujetándolo de las nalgas y rodeándolo con sus piernas. En realidad el no necesitaba ya de mucha provocación ya que su miembro ya comenzaba a verter gotas de liquido ...
    ... seminal que encanta a mi esposa. Una vez que lo sintió de su agrado se levantó y jalándolo de las nalgas hacia si, lo invitó a penetrarla. El solo me vio como esperando autorización y yo para confirmarle mi aprobación me senté detrás de ella, la tomé de los senos para acariciarla y besarle el cuello y fue entonces que él se decidió a disfrutar de mi mujer.
    
    Ambos estaban más que lubricados así que desde el principio ambos recibieron lo que gustaban, él una mujer viciosa de sexo y ella un falo desconocido de un conocido, que tal vez era lo único que nos faltaba.
    
    Conforme yo la acariciaba y escuchaba sus leves gemidos de placer mi miembro fue retomando rigidez que mi esposa al notarlo colaboró acariciándome con una mano mientras seguía siendo cogida por el músico amigo. En cierto momento, ella le pidió que se recostara en la alfombra y volteando me beso y me dijo te has ganado tu premio por compartido. Bajó del escritorio y montó a nuestro compañero dejándose ir hacia adelante ofreciéndole sus grandes, redondos y aun muy bien puestos pechos en su boca, dejándome a mí una vista espectacular de la montada y sobretodo (lo que es mi regalo especial) su ano levantado y dispuesto para mí.
    
    Primero me arrodillé tras ella y le lamí el ano en forma circular de manera de relajar sus músculos hasta permitir el acceso de mi lengua y posteriormente de mi dedo medio que estando inmerso hasta la mitad mantuve quieto para que ella siguiera aflojando el orificio. Con mi otra mano sobaba y ...