1. Mi primera vez


    Fecha: 22/11/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    La noche era cálida, inserta en medio de un sofocante verano. Jóvenes, pero maduros, Tito, Memo y Ern, habíamos compartido desde la infancia la mayor parte de nuestras experiencias y como tal, manteníamos una sana e incondicional amistad.
    
    Aquella noche arribamos a un abarrotado pub, frenético y muy exclusivo. Ya en la barra, mi atención fue captada totalmente por una esplendorosa mujer, que bailaba voluptuosamente con un chico bastante joven; aquella hembra de rostro angelical, ojos azules claros, nariz respingada y boca perfectamente delineada, ostentaba una brillante cabellera rubia, que en sedosas ondulaciones bajaba casi hasta su cinturita de avispa, que a su vez, observaba abruptamente unas redondas caderas, rematadas por un hermoso trasero, firme y muy elevado.
    
    Su belleza era realzada por un conjunto de pulseras de oro en una de sus muñecas y en la otra un diminuto y fino reloj, en su cuello una delicada cadenilla de oro trenzado adornaba la blancura de su pecho y unos zarcillos en las orejas enmarcaban su bello rostro.
    
    En el contoneo del baile, su estrecha minifalda, había subido dejando entrever unos ligueros blancos, que sostenían las medias de seda color piel, envolviendo unas armoniosas piernas color canela, dignas de una diosa. Desde otra perspectiva, una ajustada blusa exhibía un ombligo de sirena y su busto pugnaba por liberarse, incluso con su generoso escote, constituyéndose en el punto central que capturaba mis ojos, atónitos y extasiados ante ...
    ... aquel espectacular cuadro erótico…
    
    …Toda la noche había bailado y aunque acostumbrada a robar las miradas de los hombres, no podía ignorar aquellos ojos negros de mirada firme y penetrante, que no cesaban de observarme insistentemente. Acompañada de mi novio, el cual no hacia más que tocarme por todas partes, traté de disimular el interés que despertaba en mi aquel imponente ejemplar masculino, que había ingresado acompañado de otros dos, no menos apuestos, pero si escasos centímetros más bajos.
    
    La mano de mi novio bajando por mi nalga, paralela a la otra que se apropiaba de mi seno, me retornó a la realidad. Él era bastante joven e inmaduro y quería todo demasiado rápido; tal vez a nuestra edad no había madurado tanto como yo, lo que aunado a mi físico aumentaba mi edad, dos o tres años más.
    
    Controlé a mi novio nuevamente, como lo había estado haciendo desde que llegamos, de pronto él estalló furioso:
    
    — ¡¡Ya estoy harto!! Tú feliz con las miradas de mil fulanos y negándote a mí. ¡Quédate sola, o mejor quédate aquí con todos los que te devoran con los ojos!
    
    Y sin decir más abandonó la pista, saliendo inmediatamente del pub…
    
    …El desplante fue evidente. No más viendo la gesticulación de aquel joven fogoso, de 17 ó 18 años, y la forma como desatendió a la chica, se podía intuir que no regresaría. Ella compuso la falda y retornó a la barra rechazando las invitaciones de otros hombres que también la habían observado alelados anteriormente.
    
    Pidió un whisky que ...
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