1. El desconocido en el cine


    Fecha: 04/11/2020, Categorías: Gays Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    Era de la primeras vez que iba a un cine a ver una película porno, cabe aclarar que en aquella época no había internet y ver ese tipo de material sexual era un privilegio que solo los que teníamos 18 podíamos tener. Hoy precisamente había obtenido mi documento de mayoría de edad y que mejor manera que hacer uso de lo que ley me permitía. Sexo había tenido a montones, la mayoría de veces con mis hermanos. Algo que había creado en mi una especie de discapacidad sexual, dicho de otra manera, me había acostumbrado a tener sexo sin que yo tuviera que pedirlo. Para mí todo había sido a manera de juego, era tímido al exceso, tanto que había tenido novias y únicamente a una me había cogido a un par de ellas y porque prácticamente ellas habían tomado la iniciativa. Pero hoy ahí estaba, sentado con la mirada fija en la pantalla viendo como una rubia de cuerpo perfecto le mamaba esa enorme verga al tipo que supuestamente era su papa (Incesto tenía que ser). Suspiraba como si aquello le causara el mayor gozo de su vida. El brillo de sus ojos era de alguien que disfrutaba chupando aquella tranca. Mmmmm mmmmm mmmmm gemía la rubia de tetas grandes y coño roza. Si. Ahora era su padre quien la tenía totalmente abierta chupándole ese chocho que debía saber divino. Le mordisqueaba el clitoris sabrosamente, le relamía toda la cavidad de su vulva haciendo que el no parara de decir YEES YEES YEES, OOOH MAY GAD OOOH MAY GAD. Inevitable era que mi pito no se excitara. Estaba al tope. Porque aunque ...
    ... había visto más de algún video antes, era diferente. La imagen más grande y el sonido mismo de la rubia era algo para no se obviado por mi cerebro. Ahí estaba con la verga al full y deseando primeramente ser yo el que estuviera a punto de coger a aquella belleza, aunque también me recordó los muchos polvos que habíamos echado con mi hermana e igual me imaginé que ella fuera la que estuviera ahí para chuparme la verga. No perdí detalle al momento que la rubia fue empalada por aquella rica verga (Léase que hasta la llame rica, tal era el caso que sentí que era yo quien la cogia). Se la trago toda, de una vez. Había sido ella la que poco a poco se había dejado caer sentada en aquella estaca que me imaginé le llegaría hasta las tripas, el abajo la rubia encima, de frente, mirándose con lujuria, suspirando, ignorantes que con sus actos me tenían ya con mi pene en la mano fantaseando, jalándomelo mientras miraba a los lados con el fin de pasar inadvertido y que no fueran a darse cuenta los otros que estaban viendo la película. Entre la oscuridad podía ver que éramos unas 20 personas en una sala con capacidad para unas 300. A mi izquierda el más cercano, un señor que parecía tan absorto en la película que supuse jamás se daría cuenta. Tres filas abajo una pareja hombre mujer, igual, concentrados en aquella rubia que seguía comiendo polla. La mayoría estaban atrás de mi, pero lo suficiente lejos para animarme a sacarme de una vez la reata y con mi mano derecha empezara a masturbarme ...
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