1. Mi prima Casilda


    Fecha: 24/10/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... dijo:
    
    -Si es verdad lo que dices me voy matar a pajas.
    
    -Cuando quieras hacemos una juntos.
    
    Le echó una ojeada al libro. Se fijó en una ilustración en que una chica se tocaba el coño, y me dijo:
    
    -Todo se andará, primo, todo se andará.
    
    Esa noche, pensando que mi prima se la estaba cascando, cayó otra paja, y antes de levantarme, otra.
    
    Al día siguiente, cuando llegué a casa del Instituto, mi prima, con Toñito en brazos, hablaba con mi madre. Nunca la había visto tan contenta. Su cara irradiaba felicidad. Se había cascado, por lo menos media docena de pajas. Casilda, me preguntó:
    
    -¿Puedes partirme un poco de leña?
    
    -Claro. ¿Vamos?
    
    Mi madre no estaba con esas.
    
    -Merienda primero.
    
    Diez minutos más tarde, partiendo leña, llegó mi prima, y me preguntó:
    
    -¿Puedes escaparte esta noche de casa y venir a la mía?
    
    -¿Pueden nadar los peces?
    
    A la una de la mañana mis padres roncaban. Sin hacer ruido recorrí el trayecto hasta la puerta de la casa. La abrí, la cerré. La noche estaba oscura. Las bombillas de los palos de la luz las habían roto los niños a pedradas. Lo único viviente que me encontré antes de llegar a casa de Casilda fue a una docena de perros, uno de ellos estaba pegado a una perra, culo con culo, los otros esperaban su turno. La puerta de la casa de Casilda estaba entornada. Entré y la cerré por dentro con la tranca. Fui a su habitación. Estaba a oscuras. Me dijo:
    
    -Desnúdate.
    
    Me desnudé. Me metí en la cama. La abracé. También estaba ...
    ... desnuda. ¡Joder! Sentir el calor de su cuerpo junto al mío casi hace que me corra. Nos besamos, con lengua. Casilda quitó la sábana que nos cubría. Mi boca se posó sobre una de sus areolas, chupé y mi boca se fue llenando de leche. Su sabor era muy dulce. Al tocar con la mano la otra teta comenzó a soltar leche. Mamé de ella... Me harté de beber de aquellas deliciosas tetas... Minutos más tardé bajé hasta la joya. Al meter mi lengua dentro supe hasta donde se puede mojar una mujer. No estaba mojada, estaba encharcada. Mi lengua, inexperta, hizo lo que decía el manual, lamer, y chupar el clítoris. Lamiendo estaba cuando cogió mi cabeza y la apretó contra ella mientras subía y bajaba la pelvis. Y corriéndose, dijo algo que ni en mis sueños soñé que me diría:
    
    -Te quiero. ¡Te quiero! ¡¡Te quieeero!!
    
    Después de correrse, bajó ella y me hizo una mamada deliciosa, deliciosa porque no dejó que se derramase una sola gota de leche. Se la tragó toda.
    
    Puso su cabeza sobre mi pecho, y me dijo.
    
    -Me violó.
    
    -¡¿Quién?!
    
    -Rogelio. Mis padres no me creyeron y tuve que casarme con él.
    
    -¡Hijo de puta! Había que castrarlo.
    
    -Hay mejores maneras de joderlo.
    
    -Dime una.
    
    -Jodiendo tú y yo y metiéndole unos cuernos como pinos.
    
    -Si te jodo...
    
    -Puedo quedar preñada. No hay mejor manera de joderlo.
    
    Sus palabras me la pusieron dura otra vez. Nos volvimos a besar. Subió encima de mí. La metió hasta el fondo. Me dio las tetas a chupar. Me volví a hartar de leche. Cuando ...