1. Ángel y demonia. Parte 1.


    Fecha: 18/10/2020, Categorías: Incesto Autor: nadinex, Fuente: RelatosEróticos

    ... por las noches en algunas ocasiones, es una pasada porque me invita a todas las copas y sabe espantar a los moscones mejor que nadie. Él sabía que no soy virgen, hablábamos del tema, aunque por supuesto no le contaba los detalles, ni sabía que había llegado a ser tan promiscua.
    
    El caso es que una noche de viernes yo volvía pronto a mi casa, cosa inusual en mi, pero andaba muy cansada, y bastante renegada de una noche de sexo insustancial, eso sí, aún iba un poco chispada por el alcohol que había bebido. Entonces pasó, vi a mi padre en el sofa, sólo con el pantalón de pijama, con el pelo aún mojado después de la ducha, acariciándose los abdominales y con la cinturilla del pantalón tan baja que se le marcaba el principio de los oblicuos. Siempre había sido atractivo, pero cuándo se había puesto tan tremendo? Imagino que desde que se fue mi madre había querido volver a estar en el mercado... ahí fue cuando me di cuenta de que era el hombre más perfecto del mundo.
    
    -Que haces ya en casa cariño?
    
    -Nada Papa, que me he cansado de estar por ahí, me voy a la cama.
    
    Le di un beso de buenas noches, trastabillé con el sofá y casi me cai en su regazo, rozando con mi piel su torso desnudo. Noté una corriente electrica, que sumada con el alcohol se convirtió en calentura. Los dos sonreímos, me besó en el pelo y me fui para mi cuarto. Cerré la puerta con llave e instintivamente me empecé a masturbar, lento primero para acelerar el ritmo después, acabando en un gran orgasmo y ...
    ... dándome cuenta de que explotaba pensando en mi padre, en su imagen de "adonis" en el sofa.
    
    Apenas pude dormir.... el pensamiento de que mi padre me ponía cachonda no era fácil de asumir, pero menos aún que ese pensamiento se fuera convirtiendo en deseo con el paso de los días. Cuando me desperté un instinto me llevó a su cuarto, abrí la puerta lentamente y le vi allí, con las sábanas entrelazadas en las piernas, vestido sólo con un boxer negro y con una pequeña erección, o eso quería pensar... porque no podía ser que "eso" fuese así en estado relajado. Y se me grabó a fuego en la cabeza. Su cuerpo, su cara, su polla dentro de sus calzoncillos. Y el deseo de que todo eso fuera mio algún día.
    
    Estaba loca? Había perdido la cabeza pensando así en mi padre? O peor aún... era una locura pensar que mi deseo podía ser correspondido? No lo sabía, pero desde ese día iba a hacer lo posible por comprobrarlo, porque la sóla posibilidad de que algo entre los dos pasara llenaba mi cabeza las 24 horas del día, asi que decidí sacar todas mis armas de mujer para intentar conquistarlo a mi manera, y si algo salía mal, sacarlo de mi cabeza definitivamente.
    
    Volví hacía mi cuarto y me puse lo más provocativa que pude para pasar el sábado en casa. Me puse un tanga negro y minúsculo y una camiseta de tirantes de licra que se ajustaba a mi pequeño cuerpo y dejaba marcar mis pezones de una manera exagerada.
    
    Esperé por el salón a que mi padre despertara y le preparé el desayuno.
    
    -Buenos días ...
«1234...»