1. La pertenencia (22): La presión


    Fecha: 16/10/2020, Categorías: Incesto Autor: Miguel.Lopez, Fuente: CuentoRelatos

    "¿Te suena la empresa de los padres de Felipe?"
    
    "Claro que sí, justamente ahora hemos estado trabajando en una auditoría para ellos. Ha sido mucho trabajo, tienen un desorden grave en sus balances. Por eso les he tenido trabajando duro a mi gente."
    
    "Entonces ya eres conocida como la que está a cargo de esa auditoría."
    
    "Sí, y el que se supone que está a cargo es compadre del jefe."
    
    "Pero está claro que un cliente importante pesa más que un compadrazgo."
    
    "Ya estoy queriendo pelear ese ascenso." Terminaba su postre, comió con el apetito alegre de siempre.
    
    "El ascenso va a caer en tus manos, lo que vas a pelear duro va a ser las condiciones de tu cargo nuevo."
    
    "Eso va a estar lindo."
    
    "Voy a estar orgulloso de ti."
    
    Se encogió riendo, emocionada.
    
    La cena fue una buena ocasión para rehacer lazos que se habían debilitado con los del banco. Especialmente con Guillermo me dio mucho gusto volver a compartir más, era un tipo muy agradable, desde el principio, tenía ángel.
    
    Después de una larga sobremesa, con risotadas sanas, intercambio de opiniones intenso y amistoso, salimos a su jardín a fumar y a estirar las piernas, estaba cayendo de vuelta en el vicio, desde mis años de universidad. Guillermo, tan pulido en todo lo demás, en sus cigarrillos ahorraba. Yo todavía no había vuelto a comprarme los míos.
    
    "Disculpa que te diga, pero ya tenemos bastante confianza tú y yo."
    
    "Claro, dale no más." Seguro que la señora le había dicho que me ...
    ... hablara.
    
    "¿Cómo están las cosas con tu señora?"
    
    "Bien, de lo más bien." Respuesta automática, no me creyó. "En serio, nos estamos viendo con una terapeuta muy buena. Nos ha ayudado a recobrar la pasión de juventud."
    
    "Que bien, que bien. Entonces lo de tu ñatita es solo una aventura, un desliz, un capricho sin importancia."
    
    "Sí, claro que sí." Ahí sí que no se la vendí. Mi cara daba cada una de las señales de la mentira, y él las sabía leer.
    
    Suspiro. "Matías, Matías, Matías hombre. Hazle caso a un viejo, de algo me ha servido pasar por tanto. No te dejes llevar, esas cosas nunca terminan bien."
    
    "¿Y si te dijera que está empezando una relación, con vistas a un enlace extremadamente ventajoso?"
    
    Me miró extrañado. "¿Cómo es eso? ¿De que estas hablando?"
    
    "Eso mismo, la he introducido en un círculo de intereses comunes y está muy cercana a un joven de buena familia."
    
    "A ver, a ver, ¿pero tú crees que va a poder casarse con él?" La piel morena, los rasgos indígenas marcados.
    
    "No hace falta que yo te haga ver lo mucho que han cambiado las cosas en Bolivia."
    
    "Sí, claro que sí, pero los corazones de la gente tardan más en cambiar, un par de generaciones."
    
    "En este caso hay circunstancias que facilitan enormemente saltar esos problemas."
    
    "¿Un embarazo? Ah, eso a lo más le dará una pensión, no un matrimonio."
    
    "No, no es eso. Disculpa Guillermo, tienes que entenderme, no puedo comprometer la privacidad de gente que probablemente conoces, aunque sea ...
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