1. Calenturas con mi suegra (Parte 1)


    Fecha: 05/10/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Erecto, Fuente: CuentoRelatos

    ... agradable, ella no se preocupaba para nada que la estuviese mirando descaradamente, en eso me dijo algo que me dejó helado.
    
    -Ricardo, te gusta mirarme el poto?
    
    En ese momento no sabía que decir, me pilló de improviso.
    
    -sí -le dije- siempre me han gustado los potos grandes y parados, el tuyo está para comérselo…
    
    Ella lo movió un poco y se fue dejándome empalado y caliente.
    
    Entro a la casa y estaba en la cocina preparándose para el almuerzo, me acerco y le digo “suegrita perdone pero no puedo evitarlo”, le levanté un poco el camisón y dejé todo su gran poto al aire, lo miré detenidamente y se lo acaricié por un rato, ella no dijo absolutamente nada, en mi calentura mi verga estaba que estallaba, me bajé el pantalón y le puse la pichula entre sus cachetes y la apreté un poco, sintió la presión y se dio vuelta y me la vio en toda su plenitud, 17 cm de largo y 4,5 de diámetro, la cabeza estaba afuera del forro y brillaba de roja que estaba, se quedó muda y en ese mismo instante suena la puerta principal entrando las niñas a la casa, la miro y rápidamente me subo el pantalón guardando mi pichula palpitante y dura.
    
    Luego de ese episodio, oportunidad que tenía le corría mano por todo su gran poto y también podía tocarle las tetas sin problemas.
    
    Un día llegué muy temprano a la casa, estaba sola y en la piscina me acerqué y nos saludamos, las niñas llegarían tarde pues andaban en un concurso ecuestre, le dije que tenía unas tremendas ganas de bañarme en la ...
    ... piscina.
    
    Me puse mi zunga roja y acomodé la pichula para que se viera tentadora, salí y me pasee delante de ella preguntándole si me quedaba bien, “te queda estupenda” me dijo, lo cual me permitió ser más audaz, ella andaba con un traje de una pieza azul y tan apretado que se le salían casi las tetas, le pregunto sin tapujos “suegrita, bañémonos piluchos?”, lanzó una carcajada y me dice “por qué no si ya nos hemos visto todo”, rápidamente nos empelotamos y nos miramos, al verla mi pichula comenzó a pararse hasta casi reventar, estuvimos toda la tarde entre corridas de mano y conversando animadamente. Mientras dormitaba me hice una paja frente a ella sin que se diera cuenta, aliviando un poco mi calentura.
    
    Ahora viene lo mejor, una mañana me levanté muy temprano, mi suegra se paseaba por la casa ordenando, Fernanda y Marcela dormían a pata suelta, me propuse pasearme en pelotas delante de mi suegra, me duché y después de secarme me coloqué harta crema en la pichula para que se vea brillosa, sobre todo en la cabeza, la encontré en la cocina, “hola” me dijo mirándome la verga, “veo que amaneciste muy animoso hoy”, “sí” le digo “lo preparé especialmente para ti”. Me ofrece un café y acepto, andaba con su camisón corto y a poto pelado, al verla, más dura se me puso, saca del armario las tazas y una cae al piso rompiéndose, rápidamente se agacha a recoger los pedazos y deja su culo parado a pocos centímetros de mi pichula, instantáneamente pienso en pegarle una puntada en el culo, me ...
«1234...»