1. Calenturas con mi suegra (Parte 1)


    Fecha: 05/10/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Erecto, Fuente: CuentoRelatos

    Conocí a mi suegra por intermedio de mi jefe en ese momento y hermano de ella, fuimos un día después del trabajo a tomarnos unos tragos y nos encontramos, me la presento y estuvimos hasta tarde conversando muy amenamente. Mi suegra es una persona muy simpática y agradable, más bien gordita y no muy alta, pero destacan en ella dos partes muy pronunciadas, las tetas y un poto muy grande y gordo que ella hace destacar con su vestido, pantalones o shorts, dice “no importa mostrar mi poto, el problema es de los que vienen detrás de mí”. La gente se da vuelta a mirarle esa tremenda cantidad de carne que tiene, tiene en la actualidad 54 años, además que su cara es muy agradable y bien cuidada.
    
    Cuando nos despedimos me invitó a visitar su casa para que conozca a sus dos hijas, a lo que me comprometí para el sábado al almuerzo.
    
    Partí ese sábado y me estaban esperando, conocí a Fernanda y Marcela sus dos hijas, fue un almuerzo muy agradable, para hacerla corta como a las dos semanas estaba pololeando con Fernanda y mi suegra feliz con su nuevo yerno. Mi suegra es separada hace mucho tiempo y vive solo con sus hijas. Tiene una situación económica estable, lo que permite tener una casa bastante grande con jardines y una piscina bastante grande. Me fui encariñando con la familia y casi todos los días después del trabajo iba a visitarlas y muchas veces me quedé a dormir.
    
    Pasado un tiempo ya conocía la rutina de la casa y con mucha más confianza, ya que trataba de ser lo más ...
    ... atento y caballero que podía.
    
    Cuando me quedaba a dormir, lo hacía en el dormitorio de visitas en el primer piso y ellas lo hacían en el segundo. Mi suegra en casa usaba solo batas muy amplias y cómodas, en varias oportunidades se notaba que andaba sin nada abajo sobresaliendo su tremenda raja y tetas, la miraba detenidamente imaginándomela en pelotita, eso me producía grandes calenturas y era Fernanda la que se encargaba de bajarme la pichula de unas pajas formidables que me hacía mientras veíamos televisión, nunca hasta que nos casamos me permitió metérsela, solo pajas y manoseos que me dejaban con intensos dolores en las bolas cuando no acababa. Ya me consideraban como de la familia, así que mi suegra, a lo mejor en un principio no se daba cuenta que se exhibía sin recatos, como si estuvieran solas.
    
    Un domingo me desperté bastante tarde y fui al baño a ducharme antes de entrar me encontré con ella y me saludo muy contenta, me dijo que las niñas no quisieron despertarme y salieron a hacer algunas compras para el almuerzo, ese día hacía un calor muy intenso, andaba con un camisón muy delgado y cortito que apenas le tapaba su tremenda raja, al verla mi pene comenzó a erguirse bajo mi pantalón corto. Me miró y como si nada aconteciera siguió camino a la patio, la seguí para mirarle el poto, mi calentura iba en aumento, afuera con la luz del sol se traslucía todo el camisón y pude apreciar en mucho mejor forma sus redondeces. Me conversaba de las flores y del calor tan ...
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