1. La amiga de mi sobrina 2


    Fecha: 29/09/2020, Categorías: Hetero Autor: JSV0410, Fuente: SexoSinTabues

    ... no quiero jugar todavía” – decía mientras agarraba las pantis y las estiraba marcando su coñito con la clara intención de provocar. “No sé no sé, si quieres jugar más tarde deberás prepararte para ello, será una cosa muy especial, al principio te resultará incómodo, pero ya veras como te acostumbras rápido, gatita mía. ” – dije mientras abría mi armario. Del armario saqué un set completo para vestir a la pequeña de gatita, las orejas ya las llevaba puestas, saqué una cola blanca que se sujetaba gracias a un tapón anal (se pone esa parte en el ano y sirve como apoyo) y un conjunto de sujetador y bragas con un poco de pelaje suave blanco en las costuras. Dado que lo compré en una talla grande para mujer, estuve varios días cosiendo para ‘reducir’ sus dimensiones, aunque lo que me daba miedo era que la pequeña no aguantase la cola. Miró con curiosidad todo el conjunto y me preguntó para que servía. “Hoy serás una gatita; a las gatitas les encanta la leche y que las acaricien y las mimen, dime Isa ¿quieres ser una gatita?”- le dije mientras me ponía unos pantalones de ir por casa. Ella no dijo nada, solo asintió y me dijo que lo haría, pero que saliera de la habitación, que sería una sorpresa. Le hice caso y salí, a los pocos minutos, me preguntó como se ponía la cola de gato, le dije que primero se pusiese las pantis y después se pusiera la parte brillante en su culito (la cola era blanca y el tapón era plateado). Tras unos minutos más, oí un gemidito y a Isa indicándome que ...
    ... podía pasar; yo estaba como loco imaginándomela; entré y vi que el conjunto le quedaba como un guante, las pantis y el sujetador blancos la hacían ver muy apetecible, al igual que las orejitas; se giró y levantó su culito para mostrarme como la cola de gato le ‘encajaba’ a la perfección. Le dije que tocaba ir a almorzar, y que siempre que hablara, dijese ‘miau’, como los gatos. “¿Qué tenemos para almorzar, m-m-miau? – dijo mirándome a los ojos y moviendo lentamente su cuerpo frotándose conmigo. “Un buen vaso de leche y un par de tostadas, espero que te gusten” – contesté. Fuimos a la cocina y preparé la comida, nos lo tomamos todo y fuimos al salón a ver la televisión un rato para pasar el rato antes de ‘jugar’. Me fijé que la pequeña no se sentaba recta, si no que se inclinaba hacia delante para que el tapón no forzase su agujerito. Me miró y bajó su mirada al instante a la vez que se ponía roja como un tomate. Le pregunté porque se ponía así y me contestó que era porque hacia rato que tenía ganas de jugar, que esa cola de gatito en su culito la hacía sentir bien, pero que quería que yo jugase con ella ya. La levanté y la senté encima de mis piernas, delante de mi ya notorio bulto. Le di un beso en la boca, al principio ella no sabía que hacer, pero siguió las instrucciones que yo le daba y mejoró mucho. Mientras nos besábamos, la iba acercando a mi y empecé a sobarle sus pequeños pechos con una mano mientras la otra le acariciaba la melena. “Muy bien, eres una gatita muy ...